En el programa Netas Divinas las conductoras suelen contar anécdotas muy personales, por ejemplo, la que reveló Galilea Montijo en la más reciente emisión: cómo vivió y enfrentó la muerte de su abuela.
“Cuando muere mi abuela, me acuerdo perfecto, la teníamos de la mano. Cuando muere nos salimos del cuarto donde estaba porque entraron a darle… para revivirla”, contó la también presentadora del matutino Hoy.
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“No habrían pasado ni 20 minutos cuando entró todo el equipo de doctores. Entonces, cuando sabíamos que había muerto, la abrazo y en ese momento dije: ‘No es mi abuela’, sentí que lo que estaba abrazando sí era el cuerpo, incluso se sentían unas partes con temperatura, pero no era mi abuela lo que estaba abrazando. Un momento que no entendía con mi dolor... Era como el traje, pero ella ya no era la que estaba ahí”, agregó.
Luego, Galilea dijo que “a cada rato” recuerda a su abuela, y reveló por qué le resulta muy especial el colibrí: "Me la traía por meses a México, ella perdió totalmente la vista y me decía: ‘Mira el colibrí’, entonces sí había un colibrí”.
“Y cuando mi abuela muere, cuando los doctores están tratando de regresarla, bajó un colibrí, porque era un hospital de monjas y había una fuente, y en el momento en que estábamos esperando que salieran baja un colibrí y dije: ‘Ya se fue mi abuela’. De hecho, me tatué un colibrí”, relató Montijo.
Por último, la conductora señaló que antes de morir su abuela sufrió mucho: “Fueron como 15-20 días literal de agonía de mi abuela, escucharla con esos gritos, y yo me enojé con Dios esas últimas semanas”.
“Ya no le aguantaban ni las venas para el suero, le pasaban suero por las venas de los pies, era una cosa que decía (a Dios): ‘Ya llévatela, ya no seas así con ella’”, explicó.
Por último, entre lágrimas, Galilea comentó: "Es un amor adulto, de 'La amo tanto'... es un amor tan adulto que con ese dolor aprendes a vivir y a soltar a tus seres queridos y amados. Por eso esta parte que a mí me reconforta mucho: saber que un día nos vamos a volver a encontrar, con esa fe me quedo".
hc
