Durante su entrevista con Iván Fematt La Mole para el programa Experiencia regia, Espinoza Paz habló de su trayectoria musical desde sus inicios, cuando en alguna ocasión intentó vender sus primeras canciones por 500 pesos.
Pero también abordó experiencias que ha vivido ya siendo un cantautor reconocido, por ejemplo: la ocasión que Sergio Vega, referente de la música regional que fue asesinado en 2010, rechazó cantar un tema que posteriormente se volvería un éxito en la voz del propio Espinoza, El próximo viernes.
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¿Cuál es la historia de El próximo viernes?
Espinoza primero contó que cuando grabó El próximo viernes, "grabé también una canción que se llama Mi pequeña manzana, una canción muy personal que le enseñaba a todo el mundo. Luego me decían ‘A ver ponme la otra’ y siempre me decían ‘Está muy bonita, pero la del viernes me encanta’".
"Ahí me di cuenta que no tuve la razón, tuvo la razón la gente. Estaba tan metido en esa canción, que era más personal, que no vi El próximo viernes".
Esa primera versión, con una calidad casera, "empezó a pegar en el Ares, las morritas la traían en el teléfono". Pero a pesar de este impacto, Espinoza no estaba convencido de mandarla a su disquera.
Pero uno des un amigo en Guamúchil, apodado El cachoras, le insistió para grabara esa canción: "El vato me hablaba o donde me encontraba de ‘Oiga, grabe El próximo viernes’. Un día desperté de una pesadilla donde él me estaba diciendo ‘Grabe el próximo viernes’ y la grabo por él. ¡Me hartó!"
"Amigo, te mando un abrazo donde quiera que estés. Por él yo la incluyo en el disco, regreso el disco a la disquera y me habla el señor Domingo Chávez: ‘Viene un madrazo en ese disco que se llama El próximo viernes’".
¿Por qué Sergio Vega rechazó cantar El próximo viernes?
Como Espinoza en ese entonces ya era un compositor reconocido, la canción se la ofreció y montó a Sergio Vega, pero la respuesta que recibió por parte de su colega fue negativa: "No voy a grabar tu chin… de canción. ¿Hola bebé? Yo no voy a grabar eso".
"Se le escuchaba increíble, pero de ahí se para y me dice ‘Yo no voy a grabar eso, eso que lo grabe un morrillo, yo no’", relató Espinoza Paz.
El cantautor insistió, pero Vega se mantuvo en su posición. Entonces, Espinoza se la enseño al dueño de La Arrolladora, "y me dice ‘Deme la canción’. ¡Era una locura!".
"Ya era demasiada la gente que estaba sobre esa canción", dijo el cantante, y explicó que al final decidió mejor grabarla él porque "los cantautores somos bien caprichosos: como escribimos y siempre nos sentimos capacitados para hacer otra, pero no todos los días".
"Entonces la grabo, la lanzan y pasó lo que tenía que pasar: me hago famoso como artista. Fue una bendición de canción que al día de hoy la canto y es una locura", zanjó.
La entrevista de Espinoza Paz con La Mole:
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