La espera terminó, las puertas del Estadio Azteca ubicadas en Calzada de Tlalpan ya se abrieron. "¡Pásele madre!", le dice un encargado a una señora que viene acompañada de dos chicas, presurosas hacen caso a la indicación y entran. Rápidamente la zona queda casi vacía, tal parece que el público de Paul McCartney llegará un poco más tarde.
La emoción se palpa en el lugar, familias enteras, grupos de jóvenes, parejas, todos muestran una gran sonrisa por la oportunidad de ver en directo a un hombre que formó parte de una de las leyendas musicales de siglo XX y que él mismo hoy ha logrado ya granjearse su lugar en la historia.
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Procedentes de todas las delegaciones de CdMx o incluso de otros Estados, todos tienen el propósito de disfrutar como nunca esta oportunidad que les regla el destino de ver a su ídolo, tal es el caso de María José Obando, de 23 años, que viajó 12 horas, desde Villa Hermosa, Tabasco, para poder cantar junto al club de fans del que es parte.
"Soy fan desde hace ocho años. Lo que más me gusta es él, me encanta que sea tan instrumentista (sic), su voz, todo de él me encanta. Voy a estar en la zona azul. Por Facebook organizamos dinámicas, como sacar los teléfonos en 'Hey Jude', también había otra de encendedores, pero no sé si los van a dejar pasar", cuenta la joven.
A lo largo de la explanada resguardada por el Sol Rojo de Alexander Calder, se puede ver a varios seguidores que decidieron sacar su mejor versión del peculiar saco tipo Sgt. Pepper. Gracias al sonido colocado, se sabe que Paul McCartney ya está en el Coloso de Santa Ursula, ya que realizó una prueba de sonido.
DAPR