Cristian Arteaga recuerda muy bien el momento que definió su vida: tenía 15 años y fue a su primer festival de radio motivado por lo que solía escuchar en su frecuencia de cabecera, 97.7. Ese día, al ver todo el despliegue en el escenario de los artistas y, sobre todo, de los locutores, dijo “Yo quiero estar ahí”. Y lo cumplió.
Aunque para lograr su sueño, Kinky (su alias), atravesó un largo trecho: primero se matriculó en la a Facultad de Ciencia Políticas y Sociales, luego fue becario, community manager, encargado de relaciones públicas y otros trabajos cercanos a la música, pero distantes de la cabina. Hasta que un día Juan Carlos Nájera, director artístico en EXA Monterrey, le abrió las puertas.
“Él (Nájera) me dio la oportunidad de ser locutor. También Gabo Ramos me dio la oportunidad de estar en tele y me impulsó”, cuenta Cristian en entrevista con MILENIO, donde ahonda en su labor dentro de ese medio que, ante el tiempo y las nueva tecnologías, no pierde vigencia: la radio.
¿Qué implica ser locutor y qué valores respaldan tu trabajo?
Implica mucha responsabilidad, constancia y, sobre todo, pasión, porque no es algo que digas ‘Qué bien pagado es’; mucha gente piensa que es glamour, conciertos, viajes, pero es tenerle demasiada pasión a esto para seguirte preparando y estar latente diario con contenido, hacerte presente, levantar la mano. Yo me sigo preparando: estoy tomando cursos de doblaje, sigo preguntando qué errores he cometido. ¿Y qué valores? La lealtad a esas personas que te estiraron la mano.
Hace tiempo, al comenzar el auge del internet, se mencionaba que la radio se volvería obsoleta o incluso que iba a desaparecer, pero se ha adaptado e incluso ha mutado. ¿Cómo ves el panorama?
En mi anterior trabajo mi jefe se resistía de una forma impresionante a meterse a las plataformas, en algún momento pensaban que YouTube era su enemigo y ahora lo toman como métrica. O me acuerdo perfecto cuando Spotify llegó a la oficina para hacer una alianza y yo me subí al barco, antes de pedir permiso empecé a hacer playlist, pero me batearon porque para ellos esto era su enemigo. Obviamente este jefe ya no está. Aprendí demasiado a como fusionar lo tradicional con lo digital gracias a mi jefe actual, Gabo Ramos.
Siento que si los medios de comunicación no se adaptan y no dejan de decir que es el principal enemigo, pues los van a dejar de ver, escuchar o leer.
Profundizando en el contenido. ¿Cuál es tu ética ante el manejo de la información?
Primero me voy a las fuentes oficiales. Está circulando esto, incluso salir hasta después de la noticia, pero saber que es real a querer tener views. Obviamente la gente no es tonta, entonces es no perder la credibilidad, que está por encima de todo.
¿Y cuáles son tus refugios creativos?
Apenas tuve un breakdown emocional y me refugié en mi casa, escuché música, vi series. No sé cómo funciona mi cabeza, pero en lugar de deprimirme busco más trabajo para ocuparme. Pero me tiro tres días a la cama, me desconecto de todo y de la nada, pum, como si fuera ave fénix regreso con un chingo de trabajo para ocuparme. Trato también de involucrarme con gente que no conozco porque eso me saca del confort que ya tengo y me da nuevas ideas nuevas, mi cabeza tiene otras perspectivas.
¿Por qué crees que tu voz y tu enfoque han gustado a los escuchas?
Siento que porque he sido muy neta, no me guardo nada, si me sale un chiste malo lo hago evidente. Siempre he sido la neta en todos lados, tanto en mi trabajo con mis amigos. Eso es lo que gusta porque no te callas nada, dices las cosas, buscas, defiendes lo que tienes que defender o descartas lo que no vale la pena. Todo este tiempo creo que no he perdido esta esencia y sigo igual; he tenido mis puntos más altos y más bajos, y mi personalidad no ha cambiado.
La música, ¿qué significa para ti? ¿Qué te evoca?
Es arte, es como llevarte a otro mundo; en cuanto te pones los audífonos y das play, puedes revivir momentos, llorar momentos, sentir las situaciones que viviste a través de esa canción o ese grupo. Es llevarte a un viaje de sanación, de emociones o de recuerdos. Creo que absolutamente nada se va a comparar con tener una buena playlist para revivir eso.
Con las personas que te ven como inspiración, ¿qué tanta cercanía tienes? ¿Sueles aconsejar?
¡Me encanta! Tengo una maestra de la universidad que me ha invitado a dar platicas y me gustan muchísimo, les digo que me pregunten lo que quieran, que si necesitan algún contacto, se los pasó. Una chica me preguntaba ‘Quiero abrir mi propio medio, ¿qué hago?’, y le dije ‘¡Empezar! Saca información de internet, de páginas que te gustan y poco a poco le vas a ir dando estructura, algo va a reventar’. En este medio la gente por lo general sigue siendo envidiosa, pero una cosa es tu contacto y otra es lo que sepas hacer con él. Algo muy parecido a esto va a tener mi libro.
¿Qué detalles puedes contar sobre el libro?
Sale, tentativamente, en Julio del siguiente año, porque julio de hace un año empecé en radio y quiero hacer lo mismo. El título está muy cagado, se llama De don nadie a don todo porque he pasado por todo el abanico de cosas: desde becario, edición, diseño, PR, todo. Ese amigo que nunca tuviste en la escuela porque todos son bien envidiosos, va a estar en ese libro.
hc