La edición 69 del Festival de Cannes marca el regreso al certamen del español Pedro Almodóvar, una referencia del cine contemporáneo que ha pisado la Croisette en cuatro ocasiones con todos los honores pero nunca ha logrado alzarse con la Palma de Oro.
Almodóvar, que compite por quinta vez en el festival de la Costa Azul con 'Julieta' -un austero drama sobre la pérdida-, no siempre fue comprendido en Cannes.
El ícono por antonomasia de la 'Movida' madrileña no consiguió entrar en el festival con ninguna de sus primeras siete películas. Títulos como "Laberinto de pasiones" (1982), "Entre tinieblas" (1983), "Matador" (1986) o "La ley del deseo" (1987) se tuvieron que "conformar" con triunfar en los festivales de San Sebastián o Berlín.
La séptima y emblemática "Mujeres al borde de un ataque de nervios", marcó un giro en 1988 en la carrera del director manchego.
Rechazada por el festival, fue comprada en el Mercado de Cannes por la multinacional estadounidense Orion. La película fue a Venecia, triunfó en los Goya en 1988, fue nominada al Oscar y dio la vuelta al mundo, como ocurría desde entonces con todas sus películas.
El Festival de Cannes lo invitó como miembro del jurado en 1992 sin haber seleccionado antes ninguna película suya.
Primer fruto de la colaboración con la productora francesa Ciby 2000, "Tacones lejanos" (1991) le abrió las puertas del mercado francés y ganó el César a la mejor película extranjera.
Aun así, tuvo que esperar años, hasta 1999, para entrar por primera vez en la selección oficial de Cannes con "Todo sobre mi madre". Después, Almodóvar ha concursado con "Volver" (2006), "Los abrazos rotos" (2009) y "La piel que habito" (2011).
Dos veces estuvo cerca de llevarse la Palma de Oro, el galardón que le falta a este director de 66 años para completar una carrera llena de reconocimientos.
"Volver", uno de sus filmes más entrañables, encabezaba hace una década todos los pronósticos, pero tuvo que conformarse con un galardón para el guion y la Palma colectiva para sus actrices.
Lo mismo ocurrió con "Todo sobre mi madre", por el que obtuvo el premio al mejor director, lo que lo llevó a decir en una ocasión, entre risas, que en Cannes "ser favorito es una maldición".