México necesita abrir más espacio a la inversión privada en la industria eléctrica para dar luz verde a las subastas de energía limpia, que se cancelaron en febrero pasado, con el fin de atender la demanda creciente de energía, evitar apagones y alcanzar la meta de la Ley de Transición Energética.
La idea de retomar las subastas eléctricas, pero de forma regional, fue calificada como una buena propuesta para evitar el déficit que tendrá la Comisión Federal de Electricidad (CFE) Servicios de Suministro por 46 millones de Certificados de Energía Limpia para el periodo 2021-2024, según la Plataforma México Clima y Energía (PMCE).
Sin embargo, la Secretaría de Energía (Sener) aseguró el miércoles pasado que por ahora no se contempla utilizar los mecanismos de subastas eléctricas. La titular de la dependencia, Rocío Nahle, indicó que, por el momento, la actual administración no prevé retomar dichos procesos, ya que tiene un desbalance de electricidad, que ha provocado que no tengan lugares para despachar. “Por el momento no, no se van a retomar porque traemos un desbalance de electricidad”, dijo la secretaria.
El Dato.8,200 mdd
dejó México de percibir en inversión acumumada por la cancelación de las subastas
Por su parte, Víctor Ramírez, consultor de PMCE, señala que además del déficit que implica una penalización para la CFE por 4,313 millones de pesos (mdp), se estima que por no realizar más subastas se dejaría de percibir un monto de inversión acumulada de aproximadamente 8,200 millones de dólares (mdd) para 2024.
Más apagones en la inversión
La Asociación Mexicana de Energía estima que se requerirán inversiones por 100,000 mdd entre 2018 y 2032 para la generación, transmisión y distribución de energía en el país, es decir, casi 7 mdd en promedio al año. Lo anterior, con el objetivo de atender el crecimiento exponencial de la demanda energética. Según el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen), en la última década la industria eléctrica creció a una tasa anual promedio de 3%.
Para los próximos 14 años se prevé que la demanda aumente 3.2% en promedio anual, aunque con picos de 3.9% en algunas regiones del país, un dinamismo superior al de la economía nacional, la cual solo registró un crecimiento de 0.1% durante el tercer trimestre del año.
“La CFE no será capaz de atender todas estas necesidades de la población y de la industria, por lo que se requieren más inversiones de la iniciativa privada y retomar las subastas de energías limpias”, dice Ramses Pech, socio de Caraiva y Asociados.
El especialista advirtió que los requerimientos del consumidor y del sector industrial cada vez serán mayores, lo que obliga a generar más energía, tanto sustentable como no renovable. Es un hecho que México debe continuar con la estrategia de tener más energía limpia, como solar y eólica, pero también debe contar con más plantas de generación de electricidad a base de gas natural.
La actual administración planea, por medio del Prodesen para el periodo de 2019-2033, la instalación de 18,880 megawatts únicamente por parte de la CFE entre 2019 y 2025, lo que equivale a 27% de la capacidad actual del país.
“El problema es que la CFE ahora está como Pemex, no tiene dinero para hacer frente a los requerimientos que ya tenemos y los que vienen, de ahí la importancia de que el sector privado tenga más participación y trabajen de forma conjunta”, dice el especialista.
En el documento del Prodesen para los siguientes 15 años se presentaron además planes para la instalación de solo 2,914 megawatts mediante plantas renovables, principalmente fotovoltaicas, en el mismo lapso.
Este Volumen equivale únicamente a 15% del aumento en la capacidad que se pretende llevar a cabo durante este sexenio mediante energías fósiles y cogeneración de la industria, además será también promovido únicamente por la CFE sin la participación de privados.
Según Pech, para generar un megawatt (MW) en el mercado se necesitan 2.5 mdd, sin importar el tipo de tecnología de la planta. “En los próximos 15 años, hay más de 20,000 MW para instalar en el mercado eléctrico, algo que la CFE no puede hacer sola”, agrega.
Se debe subir el switch
Los proyectos de energía renovable que ya están en marcha en México comenzarán operar; no obstante, los cambios en la política del gobierno con la cancelación de la cuarta subasta en febrero pasado dan menos claridad, o certidumbre, para proyectos futuros a partir del 2021.
De acuerdo con las expectativas, la cuarta subasta generaría un incremento de 5% en la capacidad actual de generación en México, equivalente a 3.8 gigawatts (GW), con una inversión estimada de 4,000 mdd. Esta decisión es un hecho negativo para el perfil crediticio del sector en México y agrega dudas sobre el compromiso del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de facilitar inversiones privadas en los proyectos energéticos, señala la calificadora Moody’s.
La calificadora estima que debido a la falta de la claridad en cuanto al nuevo programa de proyectos para 2021 y en adelante, la inversión en energía renovables en México enfrenta, por ahora, un vacío que afecta no nada más las oportunidades de negocio, sino también cuestionó la capacidad de México para cumplir sus compromisos de energía limpias.
“La cancelación es negativa para el sector eléctrico de México, porque plantea dudas sobre el compromiso del país con la inversión en energías renovables”, menciona la calificadora.
Al respecto, Pech menciona que la cancelación de la subasta pone en riesgo la meta del gobierno federal para que 35% de la energía sea renovable en México en 2024.
Bajo las condiciones actuales, considerando las tres subastas que ya se realizaron, es probable que el desafío se cumpla, pero si la demanda crece más de lo esperado, menciona el especialista, los riesgos serán mayores.
El Dato.3%
creció en promedio la industria eléctrica en el país durante la última década
La luz en el camino
La energía eléctrica es un insumo primario para la realización de las actividades productivas, de transformación y servicios en todo el país. Su aportación es una de las más relevantes para la economía, pues tan solo en la última década contribuyó con 1.2% del Producto Interno Bruto (PIB) del país y 3.6% de la actividad industrial.
En materia de obtención de electricidad, México se ubicó en el sitio 99 de 190 economías, según reporta Doing Business 2019, publicado por el Banco Mundial. El país descendió siete lugares respecto del reporte de 2018, lo que indica que se ha hecho más difícil hacer negocios en el país. Para mejorar en el tema, la tarea primordial es más inversión privada, dice el especialista Pech y asegura que sí existe interés de los inversionistas en participar en el sector, sobre todo en el de fuentes no renovables, porque hay “mucho” mercado potencial.
Por lo pronto, el Plan del Prodesen planea que para finales de 2019, la capacidad de energía instalada ascenderá a 3,945 MW mediante la conclusión de cinco ciclos combinados que son; Empalme I, con 770 MW; Empalme II, con 791; Topolobampo II, con 887; Escobedo, con 857, y Valle de México II, con 615. A estas centrales se añadirá 25 MW de la geotérmica Los Azufres de la CFE, según el documento del programa del gobierno.
Para el 2020, el gobierno federal contempla otros tres ciclos combinados con una capacidad total de 2,314 MW instalados en la central de Topolobampo III, con 765 MW; Norte III, con 907, y la central Centro, con 642. El resto de la capacidad corresponde a proyectos que aún no se determinan si se licitarán, son 12,621 MW adicionales que han sido propuestos por la CFE.
El programa también destaca que a partir del 2021 se proyecta cinco plantas hidroeléctricas que todavía son solo propuestas de la CFE, pero que tendrá una capacidad adicional de 471 MW.
En cuanto a las energías renovables, la CFE no cuenta con ninguna planta propuesta dentro del Prodesen hasta el 2023, cuando entrarían en operación 567 MW de tres de los proyectos fotovoltaicos en Cerro Prieto, la central Villita y el centro del país, además del eólico Sureste Fase I, y para el 2024.
Sin embargo, la Comisión estima otros 1,999 MW en cinco proyectos adicionales que son fotovoltaicos en los estados de Nayarit y Guadalajara, así como las ampliaciones eólicas en cuatro fases del proyecto Sureste. “A pesar de que la cancelación de las subastas causó incertidumbre entre los inversionistas, el sector privado aún están dispuestos a participar, porque saben que es un segmento muy atractivo”, puntualiza el especialista de energía, Ramses Pech.