Dicen en el interior de la selección mexicana que los representantes de los medios de comunicación han sido los encargados de crear el rumor de la enemistad entre Guillermo Ochoa y Jesús Corona.
"No hay nada de eso", dijo Miguel Herrera en una conferencia de prensa. Y luego, los arqueros se encargaron de confirmar sus palabras. El entrenador nacional le dio la tarde libre a los futbolistas, y los primeros en salir fueron Chuy y Memo.
Los aficionados, que esperaban afuera del hotel de concentración, corrieron al ver a los jugadores, de brazos cruzados y sentados en la orilla de un masetero. Esperaban el taxi que los llevara a sus diferentes destinos, y ahí, en medio de la multitud, alejados por algunos metros, charlaban un poco sobre el los aficionados, el cariño que les tienen y hasta la tardanza de los vehículos.
No había carcajadas ni una plática profunda, pero para los que comentan que no cruzan palabra, ayer dejaron en claro que mantienen la paz dentro del vestidor. Y la lucha por la titularidad se queda en la cancha.