Luis Suárez fichó por el Barcelona porque era el club de su infancia. Aguantó las jornadas aciagas y cuando pudo ser elegible demostró que su capacidad goleadora no puede ser sancionada. No hay freno que le pare y en Can Barça es feliz.
El charrúa fue el goleador del torneo, cinco tantos en dos partidos demuestran su poder y su instinto fino para marcar en momentos puntuales, cuando los títulos se deciden. A River le marcó el segundo y el tercero aplacando cualquier intento de reacción de los argentinos.
"Estoy muy feliz, muy orgulloso. Venimos aquí para ser campeones e hicimos lo mejor para lograrlo", dijo el charrúa en conferencia de prensa tras recibir la bota de oro del Mundialito. "El balón de oro es algo a parte, hoy pude hacer dos goles y fue tremendo".
Del tercer gol que anotó, en el que el tridente se mostró implacable, Lucho dijo que "fue un gran partido de los tres (Neymar y Messi) con ellos me siento mucho más fuerte. Aunque no hubiéramos marcado alguno de nosotros, jugamos muy bien, el equipo hizo un gran partido ante un rival también bueno", concluyó.