Primer round para Ignacio Ambriz, los puntos, pero sobre todo los goles le dieron la victoria a su equipo en el juego de ida de la Final de la Concachampions. América se acerca al Mundial de Clubes, porque ahora jugará la vuelta en su casa y arropado por su gente.
El entrenador de las Águilas acudió a la conferencia con un semblante sereno, sabe que en 90 minutos las circunstancias pueden cambiar, así que ahora la prioridad es recuperarse físicamente, alistar el juego contra Toluca y después ya habrá espacio para pensar en Tigres.
"Fue un partido complicado, teníamos un gran rival, tuvo la pelota, pero el equipo se comportó a la altura para contra atacar, se juntaron más en el segundo tiempo, tuvimos más circulación y ganamos. En este equipo no hay confianza, esto no se cierra, dimos un paso importante, pero les pedí tranquilidad, hay que curar las heridas, luego pensar en Toluca y luego otra vez Tigres".
Nacho le dio todo el crédito a sus jugadores, sobre todo porque se fajaron y n perdieron la concentración, defendieron con mucho sentido y estuvieron a la altura de las circunstancias. Siempre hubo una pierna que interrumpiera el avance de los felinos. "Aplaudirles, estos juegos se juegan con el corazón; son partidos diferentes, la vez pasada habíamos trabajado bien, después cometimos muchos errores ante un rival que tiene mucha pegada, pero se juegan diferentes las finales y sacamos un buen resultado, pero hasta ahí, faltan 90 minutos".
Apuntó que para la vuelta "tenemos que pensar que vamos 0-0, la única ventaja es cerrar en casa, pero los partidos hay que jugarlos, Tigres está más vivo que nunca", advirtió Nacho. El próximo miércoles en el Azteca, América y Ambriz pueden cumplir un doble objetivo: volver a Japón y el entrenador entregar el título que prometió en enero.