El bajo nivel de agua en el río Nazas no fue impedimento para que los amantes del canotaje mantuvieran viva la tradición de la Gran Regata del Río Nazas, que este viernes celebró la primera etapa de su edición número 62, en un formato recreativo que reunió a participantes de toda La Laguna.
Aunque en esta ocasión se dejó de lado la competencia formal, los remeros enfrentaron retos personales y sortearon riesgos a lo largo del descenso. El arranque simbólico se realizó en Las Alamedas, con el banderazo de salida a cargo de la alcaldesa de Rodeo, María Amaya, acompañada por Alberto González, director de la Gran Regata.

Los participantes instalaron su campamento a orillas del río, donde el clima, pese a la amenaza de lluvia, resultó ideal para las actividades programadas. La autoridad local ofreció un desayuno antes del traslado al recién inaugurado puente Ánimas-Amoles, desde donde partió otro grupo de remeros.
Remar entre obstáculos
El grueso de los participantes inició su recorrido en la represa del poblado Benito Juárez, con destino a Nazas. Las aguas tranquilas exigieron un mayor esfuerzo físico y pericia para esquivar troncos, raíces y rocas que, debido al bajo volumen del río, estaban más expuestas.
Uno de los incidentes ocurrió cerca del puente, a pocos kilómetros de la meta, cuando la embarcación de Alberto González, presidente del comité organizador, volcó tras impactar con un tronco. Afortunadamente, fue auxiliado a tiempo y logró recuperar su bote dañado, su pala y su bañera, sin consecuencias mayores.
González explicó que, con el bajo nivel del agua, el comportamiento del río cambia: “Se generan corrientes que arrastran los kayaks hacia la orilla, y en las represas hay que cruzar a pie, de lo contrario las embarcaciones se dañan.”
Los más experimentados, como Daniel Sosa —participante en prácticamente todas las ediciones—, demostraron su dominio del río. A sus 80 años, cruzó la meta con aplomo y fue ovacionado por el público.
Recibimiento en Nazas
Alrededor de las 14:00 horas, los participantes llegaron al paraje conocido como El Pichacho, donde fueron recibidos por la alcaldesa Diana González Torres. La edil les ofreció comida, cena y el desayuno para el sábado.
“Nazas es parte importante de la Gran Regata. Para nosotros es un honor recibirlos con una verbena, porque valoramos el esfuerzo que realizan. Esta tradición es parte de nuestra identidad, incluso si este año es recreativa”, señaló González Torres.
Entre los remeros destacaron figuras como Sergio Vázquez, múltiple campeón de la justa; César Ríos, veterano constante; y Juan José Soto, todos ellos referentes en distintas categorías.
Segunda etapa, con espíritu de equipo
La segunda etapa se realizará este sábado a partir de las 9:00 horas, con un descenso desde Nazas hasta Paso Nacional. Aunque tradicionalmente esta ruta llegaba hasta la presa Francisco Zarco, el recorrido fue recortado debido a la lentitud de la corriente, lo que elevaría considerablemente los tiempos de navegación.
Los jóvenes seleccionados rumbo a la Olimpiada Nacional 2025 también participan bajo la supervisión de sus entrenadores, quienes observan su desempeño y corrigen detalles en tiempo real, con la intención de prepararlos para representar a Durango con orgullo.
edaa