En este tiempo de cuarentena por la pandemia del covid-19, la entrenadora Graciela Terán (marcha), recuerda los momentos desagradables que pasaron ella y sus deportistas, cuando se encontraban en El Salvador a finales de abril del 2009, en plena época de influenza AH1N1.
La entrenadora cuenta que tuvieron que partir al país salvadoreño para competir en la Copa Panamericana de marcha, y de México salieron sin mayores complicaciones, pero cuando llegaron a su destino comenzaron los inconvenientes.
“En el Aeropuerto de la Ciudad de México no tuvimos ningún control para salir, pero cuando llegamos al Aeropuerto de El Salvador nos separaron a los mexicanos... 'la delegación de México se separa' , y a todos nos mandaron a tomarnos temperatura. Nos hacían a un lado y no era grato; además, otros pasajeros mexicanos iban en ese avión, pero nosotros, por llevar el uniforme nos separaron”.
Tras pasar ese control, finalmente pudieron ingresar al país; sin embargo, el desprecio no terminaría, ya que cuando tenían que salir a la calle, los salvadoreños los veían como bichos raros.
“Como delegación tuvimos que traer el uniforme de México y si salíamos a la calle o a entrenar, era lo mismo, la gente nos veía y se hacía a un lado, nos veían como bichitos raros. Me tocó ir al banco a acompañar a algunos atletas e igual la gente se hizo a un lado y no querían que estuviéramos cerca de ellos, pero lo bueno fue que al hacerse ello a un lado evitamos hacer fila. No nos insultaban en la calle, pero la gente sí decía háganse a un lado porque los van a contagiar, y nadie de la delegación estaba enfermo para hacer eso”.
Finalmente, entrenadores y deportistas tomaron la decisión de no salir a la calle con el uniforme de México y solamente portarlo en entrenamientos y competencia.
“Sí lo platiqué con la delegación, y optamos por no salir con el uniforme, porque sí era notorio como la gente se hacía a un lado. Ni deportistas de otros países tenían miedo de contagiarse de nosotros, nunca hubo ningún desplante y solamente fue con la gente de El Salvador. Las noticias estaban fuertes de lo que pasaba en México y que era muy contagioso, e igual hasta nosotros hubiéramos tenido miedo”.
Después de competir emprendieron el regreso a la Ciudad de México y salieron del país salvadoreño sin complicaciones. La entrenadora tenía en ese momento bajo su mando a los marchistas David Mejía y Adriana Herrera.