Desde muy temprano, un grupo de aproximadamente 40 aficionados se dio cita en Cancha Dos, en Ciudad Universitaria, en su mayoría, jóvenes y niños, a la espera de una firma de sus ídolos. Pese al frío y las inclemencias de aguardar, la ilusión se notaba en sus rotros, en sus discursos: "Ahorita le voy a pedir una foto a Pikolín", decía un pequeño.
Al término del entrenamiento, los jugadores, de manera poco habitual, accedieron a cientos de fotografías y a la firma de playeras y libretas. Algunos, como Ismael Sosa, Alejandro Palacios y Matías Britos, fueron de los más solicitados por los fanáticos. Incluso canteranos de recién ingreso como Gustavo Rodríguez al primer equipo, fueron detenidos.
Conscientes de que mañana se festeja el día de Reyes, la plantilla universitaria se mantuvo atenta con los requerimientos de sus aficionados más pequeños. Sin rosca, pero con mucha paciencia, los dirigidos por Guillermo Vázquez brindaron sonrisas al por mayor.
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