Tottenham detiene al Arsenal y se lleva el Clásico de Londres

Cuando peor estaba el Tottenham Hotspur resurgió. El pobre planteamiento de José Mourinho dio resultado, anuló a los de Mikel Arteta y dejó los tres puntos del derbi del Norte de Londres en casa (2-1).

El Arsenal llegaba lanzado, se puso por delante, pero un error defensivo y la falta de acierto arriba dieron vida al Tottenham y le permitieron hacerse con un encuentro que puede ser fundamental para dirimir las esperanzas europeas de uno y otro.

El comienzo era el deseado para los Gunners, que además ha mejorado defensivamente en los últimos partidos, pero una desconexión entre sus jugadores propició el empate.

Kieran Tierney, que se estaba mostrando como uno de los más sólidos de la línea de cinco, cedió la pelota sin entenderse con David Luiz. Heung-min Son estuvo atento, le robó la cartera al brasileño y definió ante Emiliano picando el cuero suavemente.

A partir de ese momento, el Tottenham mejoró y empezó a vivir sus mejores minutos desde que volvió del parón. Se pudo incluso ir ganando al descanso cuando Ben Davies se sacó un disparo desde lejos que obligó a Emiliano a estirarse y tocar lo justo el cuero para que se estrellase en el larguero.

Le vino mal el descanso al Tottenham y el Arsenal recuperó el control y la pelota en la segunda mitad.

La posesión vestía de rojo y los pases horizontales esperando el hueco del Tottenham se convirtieron en la tónica habitual, mientras los hombres de José Mourinho esperaban en bloque bajo a intentar cazar una contra con la velocidad de sus puntas.

La más clara para desnivelarlo y que hizo temblar el Tottenham Hotspur Stadium fue un remate de Aubameyang con la zurda que se estrelló en el palo.

El gabonés fue el que plantó más miedo a la meta de Lloris y el francés fue el encargado de negarle los goles y de aguantar el resultado hasta que llegó la picadura del Arsenal.

Los Spurs forzaron un córner a la contra y en el saque de esquina, Toby Alderweireld se erigió por encima de la defensa del Arsenal y remató el envío de Son lejos de las manoplas de Emiliano.

Ahí Mourinho cerró el partido, echó hacia atrás a los suyos, que aún tuvieron ocasiones a la contra para finiquitarlo, y el Arsenal se quedó exhausto ante un partido que llegaron a tener en la mano, pero que el oficio del técnico portugués se lo robó.

Los Gunners se complican mucho la presencia en Europa de la próxima temporada y están a cinco puntos de la sexta plaza con nueve por disputarse.

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