La selección de Alemania canceló un entrenamiento planificado para este martes -de cara al partido del jueves contra Liechtenstein- debido al positivo por coronavirus del defensa Niklas Süle, mientras otros cuatro jugadores están en cuarentena.
Fuentes de la Federación Alemana de Futbol (DFB) confirmaron el aislamiento de los cinco jugadores, después de que el diario "Bild" y otros medios avanzaran la noticia y los nombres de los afectados.
Süle, del Bayern Múnich, se contagió pese a tener la pauta completa de la vacuna y había dado ya positivo el año pasado.
Los otros cuatro jugadores que quedaron en cuarentena dieron negativo en un test, pero de todos modos se ha optado por aislarlos por ser personas de contacto directo.
????️ El médico del equipo Prof.Dr. Tim Meyer: "Después de un seguimiento detallado de los contactos del jugador positivo, cuatro jugadores han sido puestos en cuarentena. Otros cuatro permanecerán acá separados del equipo y serán revaluados en los próximos días".#DieMannschaft pic.twitter.com/RIDLqLZZ7T
— Selección Alemana (@DFB_Team_ES) November 9, 2021
Desde la DFB se ha asegurado que la situación no afectará a los próximos partidos de la selección.
Según medios alemanes, los cuatro jugadores en cuarentena son Serge Gnabry, Jamal Musiala, Karim Adeyemi y Joshua Kimmich, quien deberán abandonar el lugar de concentración, junto con Süle.
"La noticia es naturalmente dura a pocos días de los partidos. Pero la salud tiene prioridad", dijo el director de selecciones de la DFB, Oliver Bierhoff.
ℹ️ Las autoridades sanitarias han ordenado que cinco jugadores de la selección alemana sean puestos en cuarentena después de que uno de ellos diera positivo por Covid-19 tras las pruebas de anoche.
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Alemania ya tiene asegurada la clasificación para el Mundial de Qatar 2022 y debe jugar el jueves contra Liechtenstein y el domingo contra Armenia.
Kimmich levantó estos días un fuerte revuelo, incluso en el ámbito político, tras declarar que no ha querido vacunarse por tener dudas personales sobre su efectividad.
Desde el gobierno de la canciller saliente, Angela Merkel, se ha lamentado esa decisión e incluso se ha expresado la esperanza de que el jugador la "reconsidere", aunque se ha insistido en que la vacunación no será obligatoria.