En la última década no hay manager más ganador que él… ni más polémico. Benjamín Gil vive en los cuernos de la luna. Con sus cuatro títulos en cinco temporadas en el invierno y con el liderato en el año de debut en verano, el tijuanense llega a Tokio con la encomienda de ganar una histórica medalla con una selección que ha vivido de todo en los últimos meses. En cuestión de semanas tuvo que armar un equipo que tiene que ser “como una familia” y por ello echó mano de lo que le funciona: Tomateros, su equipo en Liga del Pacífico, que aporta 11 jugadores y dos integrantes del cuerpo técnico.
¿Qué tan complicado fue armar la lista?
Bastante complicado, había 105 integrantes en la prelista y unos cuantos más que no estaban y podían ser importantes. No fue nada fácil, hay muchas cosas que se tienen que considerar: la posibilidad de un doping, la salud y los permisos de los jugadores.
Nunca se les da gusto a todos en una convocatoria…
Eso es normal, hay jugadores que ganaron la calificación y sienten que debieron ser parte, pero se tiene que tomar la decisión de elegir a lo mejor del momento. Hay que decirlo: hay peloteros que ganaron el boleto en el Premier 12, pero no se puede llevar a todos porque ya no están en su mejor momento. Lo que tomamos en cuenta son las últimas tres temporadas. No me molestan las críticas, sé que hay quien va a criticar si ganamos el oro, nunca se le dará el gusto a todo el mundo.
¿Por qué no va Osuna?
Yo no hablé con Roberto, la información que se me dio es que él pidió algunas cosas que ningún otro jugador pidió. El comunicado que se me dio fue eso y que a lo mejor no quería ir del todo.
¿Y pudiste conversar con Juan Gabriel Castro?
Le he mandado mensaje y nunca me contestó. Entonces dije ‘bueno, debe estar molesto conmigo’, la verdad no sé por qué, yo lo considero amigo y él se merece mucho crédito. Si ganamos la medalla, y primero Dios la de oro, yo seré el primero en darle el crédito, al igual que algunos jugadores.
Te ha faltado ese paso ganar la Serie del Caribe, ¿puede ser un aprendizaje para lo que será Tokio?
No sé cuál aprendizaje porque es una competencia distinta, el formato cambia cada año en el Caribe; en estos Olímpicos son dos duelos de fase de grupo y luego eliminatoria, los primeros juegos son importantes pero no son de vida o muerte, ya después sí jugaremos como un séptimo juego. Me ha ayudado mucho más jugar playoffs y séptimos juegos en invierno, esos juegos son más educativos que una Serie del Caribe.
¿Tokio es el reto más importante de tu carrera?
No, yo creo que los campeonatos (con Tomateros). Juegos Olímpicos es el evento más importante pero no beisbolísticamente hablando. Por la importancia para el deporte y el impulso sí es el evento en el que llevo más responsabilidad por el crecimiento que se le puede dar al beisbol. Es una gran oportunidad ganar una medalla de oro que significaría mucho crecimiento en México.
¿Te visualizas en el debut en Yokohama?
No, estoy contento, entusiasmado por la oportunidad, que llegue solo el día. Lo tenemos que tomar como otro juego. Cuando le das la importancia a todos los juegos, lo tomas como otro más, pero si solo le das importancia a unos cuantos, no sabes ni cómo reaccionar. Lo que sí es importante son los días previos, tenemos que crear una familia, un conjunto muy unido para que se entreguen al cien por ciento.
Dos triunfos te ponen casi en las medallas...
El camino recto es el más fácil, pero no hay manera de planearlo. Le echaremos ganas a todos los juegos, si por mí fuera ganaríamos los seis juegos al hilo por 10 carreras de diferencia, pero eso no sucederá, todos los equipos tienen mucho talento.
¿Te ves el 7 de agosto cantando el himno mexicano?
Me veo jugando bien, participando el 7 de agosto en el último juego de los Olímpicos, que es el que da la medalla de oro.
FCM
