Un vehículo autónomo creado en Alemania por el científico mexicano Raúl Rojas González se probará en octubre en México, cuando recorra dos mil 400 kilómetros sin que lo conduzca una persona.
Si bien el prototipo llamado AutoNomos se presentó en México en 2012, la innovación generada en los últimos años consiste en que ahora puede cubrir trayectos mucho más prolongados. "Este año cubrimos una distancia de 300 kilómetros de Berlín a la ciudad de Leipzig y de regreso", comentó el especialista.
GENERAN MAPAS 3D
Para la prueba fue necesario generar un mapa en tercera dimensión (3D) del trayecto que va de Nogales, Sonora, a la Ciudad de México, explicó en entrevista Rojas González, quien es profesor de Inteligencia Artificial en la Universidad Libre de Berlín.
El científico indicó que la importancia de este mapa es que brindará información más detallada sobre las condiciones de la carretera a la computadora instalada en el auto, que con los sensores, cámaras y radares hacen posible que AutoNomos se conduzca solo.
Entre los datos recopilados están el número y tamaño (ancho) de los carriles y dónde se permite cambiar de carril, así como la velocidad máxima y el lugar en el que se encuentran las intersecciones, los semáforos, los topes y las interconexiones carreteras.
El auto también será probado en Estados Unidos, por lo que para generar los mapas 3D — explicó Rojas González en un comunicado— desde el fin de semana pasado se llevó a cabo un recorrido de 5 mil kilómetros pasando por California, Nevada, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Estado de México y Distrito Federal.
El investigador mencionó que la información recabada durante el trayecto ya fue enviada a Alemania para estructurar los primeros mapas para manejo autónomo en México a través del uso de computadoras.
'AUTO-NOMOS'
Rojas Guzmán explicó que al encender el AutoNomos el conductor determina el destino en la computadora, la cual funge como un instrumento de navegación que indica la ruta al manejar de manera manual, igual que sucede con la tecnología que emplean los celulares inteligentes.
Sin embargo, al oprimir el botón de autopiloto en el vehículo, ya sea en carretera o en ciudad, la computadora utiliza el mapa que ya tiene y la trayectoria que ya calculó de manera automática para recorrer el trayecto, con la información del tráfico que le proporcionan los distintos sensores.
Para poder captar todas las variables del tránsito —como los semáforos o los peatones— y reaccionar a ellas, el vehículo desarrollado por Rojas González cuenta con 33 sensores, nueve cámaras de video, nueve radares y el sistema de navegación GPS, los cuales se vinculan con la información de los mapas 3D.
Así, la computadora calcula la velocidad a la que debe ir el auto o se detiene ante un semáforo en rojo, un vehículo o un peatón, y vuelve a acelerar cuando el tránsito lo permite, precisó el investigador egresado del IPN.
VISIÓN FUTURISTA
El experto señaló que las principales empresas automotrices trabajan para que esa tecnología pueda ser comercializada en autos de alta gama en 2020 en Estados Unidos, Alemania y Japón.
Sin embargo, los vehículos autónomos para ciudad podrán utilizarse de forma masiva en 2040 o 2050, vaticinó el científico, quien consideró que, aunque falta mucho tiempo para que lleguen a México, "hay que empezar antes para estar listos cuando la tecnología madure".
Por otra parte, Rojas González comentó que ahora trata de reducir el costo de su prototipo, pues puede costar hasta 400 mil euros, debido a que los sensores son muy caros y están cableados de forma manual.
"Yo creo que en el futuro estos carros podrán ser operados solamente con cámaras de video, que son muy baratas", opinó.
Respecto a la utilidad del vehículo, el investigador señaló que la propuesta es que sea una forma de compartir el auto y un complemento al sistema de transporte público al funcionar como taxis.
Comentó que con ello mejorará el tránsito, pues "el problema de que la gente sea tan agresiva al manejar es que hay demasiados coches, y todo el mundo quiere ganarle el espacio al contrario".
No obstante, "si se puede reducir el número de automóviles a un nivel razonable, no lo que tenemos ahora, automáticamente se reduce también la agresividad al manejar y entonces los sistemas automáticos pueden funcionar mejor", concluyó.