En México, 4 millones de niños entre cinco y 11 años padecen obesidad o sobrepeso, lo cual coloca a este padecimiento como el principal problema de salud pública en la población infantil del país, afirmó Mauricio Hernández Ávila, director general del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
Por ese motivo, en colaboración con la Secretaría de Educación Pública (SEP), el INSP imprimió 16 millones de manuales de educación nutricional que repartirá entre los padres de familia y 250 mil textos para preparación e higiene de alimentos y bebidas que se repartirán en las tiendas que están en las escuelas de educación básica.
"También se promueve el autocuidado de la salud y la educación en nutrición en escuelas públicas y privadas con programas como Recreo Saludable y SaludArte", puntualizó.
El riesgo de llegar a una vida adulta con este problema de salud, de acuerdo con Hernández Ávila, es considerablemente alto, ya que, si esta enfermedad se presenta desde la infancia, 25 por ciento de esos niños llegan a la mayoría de edad con sobrepeso u obesidad.
"Los niños que tienen al menos un padre obeso tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades de tener este problema", abundó.
Políticas públicas
En el marco de la inauguración del Seminario contra la Obesidad y el Sobrepeso Infantiles en la Universidad Nacional Autónoma de México, el director del INSP destacó que la Secretaría de Salud (Ssa), en conjunto con otras instituciones públicas y privadas, impulsa la creación de políticas públicas y acciones que ayuden a disminuir la incidencia y prevalencia de esta enfermedad.
El director del INSP también destacó que este problema de salud pública provoca la disminución de la esperanza de vida entre los menores, quienes pierden entre uno y cuatro años, dependiendo del grado de obesidad o sobrepeso que presenten.
Además de los manuales sobre nutrición y elaboración de alimentos, abundó Hernández Ávila, se han implementado otras medidas, entre las que se encuentran el etiquetado frontal en alimentos, la Estrategia Nacional para la Prevención y Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes, la nueva normatividad con respecto a la publicidad dirigida a niños y el sello de calidad voluntario en alimentos.
Las consecuencias directas de la obesidad y el sobrepeso, recordó el especialista, son la diabetes tipo dos, la hipertensión y el daño metabólico, padecimientos que saturan los servicios públicos sanitarios y generan gastos superiores a los de 67 mil millones de pesos anuales en atención médica, lo que equivale a 47 por ciento del presupuesto asignado por la Federación para ese rubro, lo que afecta severamente las finanzas nacionales, la productividad y el desarrollo del país.
Adicionalmente, la obesidad también causa en los menores de edad otros padecimientos que dañan su salud física y psicológica, como baja autoestima, depresión, asma e hígado graso, además de aumentar el riesgo de padecer cáncer.
Responsabilidad de todos
Hernández Ávila subrayó que la corresponsabilidad por parte de la población es fundamental para reducir la incidencia de la obesidad con una sana alimentación, comida nutritiva en la jornada escolar, realizar actividades físicas al menos tres horas a la semana y la educación nutricional en las familias.
Pero además del esfuerzo de la población, puntualizó el experto, se deben seguir fortaleciendo las políticas públicas que influyen en este tema, así como la capacitación de recursos humanos en salud que diagnostiquen y atiendan oportunamente estos padecimientos.
La Ssa calcula que en México se registran alrededor de 55 mil muertes anuales asociadas a la obesidad y sus complicaciones, cifra que en una década se elevará de dos a tres veces si no implementan estrategias integrales de prevención y de asesoría individualizada de parte de los médicos familiares a cada una de las personas obesas.
Por género, el sobrepeso infantil afecta a más de 37 por ciento de los niños mexicanos y a alrededor de 32 por ciento de las niñas.
De no tomar medidas preventivas, Hernández Ávila advirtió que la obesidad y sus complicaciones pueden generar un gasto aproximado de 100 mil millones de pesos para el Sistema Nacional de Salud en 2017.