En México está por introducirse, en los sectores público y privado, una nueva tecnología denominada Nanoknife, que destruye, sin posibilidad de reparación, las células que provocan cáncer de páncreas. Así, pacientes en etapas avanzadas y que ya no tienen mayores opciones de tratamiento, pueden a vivir hasta cinco años más.
Antonio Tellitud, ingeniero biomédico y director general en México de Onco Technologies, empresa de origen estadunidense dedicada a la investigación y desarrollo de tecnología relacionada con crioablación, explicó que, de acuerdo con registros internacionales, el cáncer de páncreas en etapa tres tiene un índice de mortalidad elevado: 97 por ciento de los pacientes fallecen en un promedio de tres meses y el 3 por ciento restante logra sobrevivir un máximo de 12 meses.
“Este es un nuevo equipo computarizado que se puede usar durante intervenciones quirúrgicas abiertas o bien en procedimiento subcutáneos. Consiste en colocar antenas —por lo regular dos, pero depende del tamaño de la lesión— que emiten entre 3 mil y 5 mil voltios durante un periodo de tres a cinco minutos, que propician nanoperforaciones de las membranas de las células cancerígenas; al hacerlo causan su muerte por apoptosis, sin ninguna posibilidad de volverse a reparar.
“Es el mismo cuerpo el encargado de desecharlas y de propiciar la renovación de tejido sano. El paciente evoluciona bien y sin comorbilidades, un gran logro considerando que en etapa tres hablamos de casos terminales que tienen la opción de tener una vida muy normal”, dijo el especialista en entrevista para Notivox durante la reunión anual de la American Urological Association que se lleva a cabo en San Diego, California.
Explicó que en México solo se tiene a la mano un procedimiento denominado Whipple, que no es otra cosa que una cirugía muy compleja, que requiere de un cirujano con mucha habilidad y experiencia, cuyo riesgo de propiciar complicaciones es elevado dado a que se extrae la cabeza del páncreas, a veces también el cuerpo de la glándula, así como estructuras adyacentes.
Aunque hay todo un proceso para conectar el conducto biliar con el páncreas, así como el intestino delgado y enzimas digestivas, los riesgos son altos; por lo menos 5% de los pacientes mueren como consecuencia de la cirugía, el resto por complicaciones y la expectativa de vida se reduce.
Por ello, de los más de 232 mil casos de dicho mal reportados en el mundo por la Organización Mundial de la Salud, 98% fallecen en menos de cinco años; a ello se suma la mala calidad de vida.
El ingeniero biomédico explicó que lo importante de Nanoknife es que “no hay tumor maligno que soporte 5 mil voltios” y al destruir todas esas células malignas sin afectar el resto del organismo, como suele suceder, los pacientes en etapa tres de la enfermedad pueden hacer una vida completamente normal; sin embargo, en estos últimos casos no representa la cura, solo cuando es en etapas tempranas.
“Estudios realizados con 200 pacientes en etapa tres, en específico de EU y Europa, demostró que con este procedimiento la sobrevida mínima es de 12 meses y la máxima de cinco años.
“Se puede usar en los pacientes con cáncer en etapas una y dos, en los cuales el efecto puede ser curativo, pero cuando ya están en etapa cuatro y cinco no hay mucho que hacer, los enfermos se deterioran y mueren porque hay metástasis”, explicó.
En México, este cáncer ocupa el quinto lugar de prevalencia en hombres y el séptimo en mujeres. Se trata de las neoplasias malignas más agresivas que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología, se detectan en etapas avanzadas en 80% de los casos y lo grave es que se incrementará debido al envejecimiento.
Algunos síntomas son desde dolor en el abdomen o espalda alta, pérdida de peso y piel de tono amarillo. El único factor de riesgo conocido es fumar aunque existen otros como herencia genética.
Este mal es de los más difíciles de tratar con éxito y por lo regular requiere de intervenciones mayores; sin embargo, en uno de cada cuatro pacientes quedan células malignas por lo que deben de someterse a quimioterapia y posterior a la radioterapia.
“Con esta nueva tecnología se podría sustituir la radioterapia. Su costo oscila entre 240 mil a 250 mil pesos, que resulta menor frente a las radioterapias que dejan en malas condiciones a los pacientes. Además de alargar la vida le otorga calidad”, aseveró Tellitud tras referir que los trámites para que el aparato ingrese se encuentran en curso y puede ser una realidad este año.