En Boston, ciudad musical por excelencia, la minoría más grande se integra por personas provenientes de diversos países de América Latina, entre los que hay muchos músicos. Sin embargo, hasta el 2014 no había ningún grupo dedicado a interpretar la música de compositores de esta región del mundo.
Gracias al empuje de la directora colombiana Lina González-Granados y varios colegas, ese año se fundó Unitas Ensamble, que dio su primer concierto en 2015. Integrado por músicos de diversas nacionalidades, se ha especializado en música latinoamericana del repertorio de orquesta de cámara —máximo 50 personas—, aunque también ha hecho ópera y música sinfónica de diferentes épocas con orquestaciones reducidas y ha comisionado obra.
TE RECOMENDAMOS: Vuelve el festival de jazz que enamoró a Nuevo León
[OBJECT]Entre los estrenos recientes de Unitas Ensamble figuran Don Gato, de la compositora colombiana Paola Márquez; Resilience: Music for Thirteen Instruments, del mexicano Luis Ruelas Romo, y la nueva versión para orquesta de cámara de Prólogo y danza fugitiva, del también director colombiano Carlos Ágreda.
Entre la comunidad de músicos de Boston figura Saúl Bitrán, primer violín del Cuarteto Latinoamericano y concertino de Unitas Ensamble. González-Granados cuenta en entrevista que en una ocasión tocaron un programa dedicado a obras de autores latinoamericanos que viven en Boston. Entre las obras interpretadas estaba Las dos estaciones del trópico caribeño, del venezolano Paul Desenne.
Con el propósito de que la obra alcanzara a un público más amplio, establecieron contacto con Marisa Canales, directora artística de Urtext Classics, y acordaron realizar una grabación de la obra de Desenne. Así nació el disco Estaciones (Urtext, 2018), que incluye también Las estaciones porteñas, de Astor Piazzolla, en arreglo de César Olguín, con el Cuarteto Latinoamericano como solista.
Alguna vez compositor en residencia de El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, Desenne ha realizado una importante carrera como compositor, además de que es chelista. La directora de Unitas explica que Las dos estaciones del trópico caribeño es un concierto para orquesta de cuerdas, clavicémbalo y violín solo en seis movimientos.
A juicio de González-Granados, "es una obra maestra en la que el autor se inspiró en la escritura de Alejo Carpentier, concretamente en Concierto barroco, una de las primeras obras del realismo mágico. Para mí, como colombiana, es como escuchar el realismo mágico en una obra de concierto. En cuanto a la obra de Piazzolla, en el arreglo de Olguín el Cuarteto Latinoamericano funge como solista de la orquesta de cuerdas y piano. Es un arreglo único".
ASS