Las librerías en México han vivido una situación bastante débil desde los años noventa del siglo pasado; más de dos décadas en las que, por ejemplo, han desaparecido circuitos libreros en el Centro Histórico de la Ciudad de México, así como en las grandes ciudades de todo el país, donde solo se cuenta con librerías universitarias o de instituciones culturales.
El panorama es ofrecido por Arturo Ahmed Romero, presidente del Instituto de Capacitación Librera, para quien el problema de las librerías debe verse de una manera integral para enfrentar los retos de los lectores contemporáneos.
El instituto es el organizador del Congreso de Libreros Mexicanos (Colime), que desarrolla su edición 22 como parte del Festival Internacional de la Lectura Yucatán (Filey) 2016.
"Colime es una plataforma de desarrollo profesional. Desde que se inicia el proyecto de congreso para libreros tiene como propósito que sus participantes puedan actualizar sus conocimientos y conocer estrategias diversas para crecer como librería, como empresa cultural".
El congreso ha permitido una mayor profesionalización del medio librero, una mayor cooperación entre los diferentes sectores que integran la cadena del libro, desde la misma industria editorial hasta los autores, donde lo más importante es poner ese conocimiento y experiencia en conjunción con temas administrativos, como una plataforma de desarrollo profesional.
DESCAPITALIZADAS
Con el paso de los años, cuenta Ahmed Romero, se ha reposicionado la presencia tanto de librerías que pertenecen a cadenas, que han hecho un trabajo profesional para su desarrollo, como aquellas librerías "que llamamos de nicho, entre las que están las librerías de barrio".
"La mayoría de las librerías se han descapitalizado, no tienen recursos financieros para subsistir y tienen que obtenerlos a través de los créditos de sus proveedores, que son las editoriales, de tal manera que crean un circuito que no ha sido tan benéfico para los proveedores y para la misma librería. No hay créditos, y los que existen son muy caros, lo que no permite que las librerías tengan más resistencia, como lo tienen otras empresas culturales".
Las actividades del encuentro, que concluyen el 20 de marzo, están organizadas a partir de diferentes preguntas, como ¿seguirá la permanencia de las librerías en el consumo de libros?
"¿De qué manera las librerías tienen que adaptarse a esos nuevos gustos del mercado? ¿La librería, como empresa, es capaz de atender a un público que hoy día no está comprando sólo en un local físico, sino en diversos medios, a través de dispositivos o de propuestas que no son locales físicos?".
Desde la perspectiva del librero se ha venido hablando sobre el futuro de las librerías, en el sentido de qué va a pasar con ellas, en algunos casos adivinando un poco, "nosotros hablamos de los futuros, porque queremos identificar diferentes escenarios, pero no solo de lo que va a pasar a largo plazo, sino de lo que está pasando en lo inmediato", especifica Ahmed Romero.
Como un espacio educativo y de reflexión, el del Congreso de Libreros Mexicanos apuesta por fortalecer al sector con aportaciones directas al crecimiento de las librerías en México, con una perspectiva en la que se atienda las necesidades de los lectores, según Ahmed Romero.
Para el encuentro se espera la presencia de al menos 150 libreros de diferentes estados del país, así como de especialistas como Antoni Vila Palau, Jean Luc Lenoble, Aránzazu Núñez, Zoraida Vázquez Beveraggi, Cynthia Sandra Romero, Gerardo Jaramillo y Ricardo Nudelman. Así, esta reunión apuesta por impulsar el desarrollo de las librerías en México, a través de un esquema de colaboración.