Torreón, Coahuila /
Luego de realizar el festejo que cada año conmemora a los niños en la Comarca Lagunera, el acceso al arte y a la cultura para los menores, más que una obligación institucional es vista como parte de un esfuerzo personal donde pocos resisten, en particular, si se trata de trabajar con niños y para niños discapacitados.
Es el caso de la directora de teatro, Cony Múzquiz, quien dijo que las instituciones gubernamentales aplauden los proyectos y a eso se limitan, las becas que consigue se tramitan mediante concurso público, como lo hace cualquier representante artístico.
“Realmente no hay sensibilidad, a lo mejor para ellos son requisitos. Tengo una obra de teatro que se llama ‘Las mil y una señas’, de ella el gobierno del estado nos compró unas funciones para el Festival de las Artes pero igual tengo que aplicar, hago lo que sea como cualquier grupo de teatro, no tengo un apoyo de gobierno municipal o estatal, no hay nada de eso”.
Sin consideraciones preferenciales, la directora mencionó que a pesar de que no sólo atienden a los niños en cuanto a sus intereses artísticos, sino que además le dan a la ciudadanía que acude al teatro, una panorámica diferente que permite avanzar en el terreno de la inclusión social.
“Entre nosotros mismos ha habido cambios de vida muy importantes y aparte las personas que nos han visto también salen con otra perspectiva diciendo ‘Qué maravilla’. Yo siempre les digo al final de cada función: ‘Espero que tú, cuando estés en la oportunidad de dar trabajo a una persona sorda, acuérdate de esta obra que viste’.
Para Cony Múzquiz ha quedado claro que en reconocimiento de la otra persona se encuentra el crecimiento personal. En ese sentido dijo que el crecimiento de la sociedad y de sus instituciones dependerá de la inclusión que se haga sobre la población considerada minoría pues en el trabajo cultural se labora con escasos recursos e incluso algunos muchachos se movilizan sin tener para abordar un autobús.