Identificada como la capital brasileña del grafiti, São Paulo le declaró la guerra al arte urbano: comenzó a pasar la brocha en los muros de la ciudad para cubrir de gris sus paredes.
El nuevo alcalde de São Paulo, el empresario Joao Doria, emprendió una cruzada contra la pixação, un tipo de grafiti típico de la ciudad que consiste en escribir, con unatipografía casi ilegible, sobre muros, paredes o fachadas.
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En el centro de esta ciudad los rascacielos se amontonan, oscurecidos por la contaminación, el paso del tiempo y los trazos negros de los pixadores. [OBJECT]
Marcio Siwi, un historiador de la Universidad de Nueva York, contó en The Guardian que cuando un amigo le preguntó "¿Qué significa todo ese grafiti?", él respondió: "no es grafiti, es pixação.
En Brasil, los artistas callejeros hacen hincapié en diferenciar el pixo del grafiti, en el que hay un cuidado mayor por el tipo de caligrafía, los colores y la armonía. El pixo, explica el activista Cripta Djan, es un movimiento social y un grito de libertad de los jóvenes de la periferia que "quieren salir de la invisibilidad social donde viven" y conseguir un reconocimiento. Se caracteriza por las letras irregulares, con líneas rectas y la mayoría de veces en colores negros, inspiradas originariamente en las portadas de las bandas de rock.
[El pixo es un movimiento social y un grito de libertad de los jóvenes de la periferia. Foto: Flickr CHOQUE]
El eterno debate
En una entrevista al diario O Estado, Doria señaló que los pixadores no son artistas, sino agresores. Casado con una artista plástica, el alcalde se ha declarado un amante del arte urbano, pero ha puntualizado que está en contra de que la "ciudad entera esté pintada" y ha marcado diferencias entre los pixadores, muralistas y grafiteros, aunque los matices, en la práctica, no han sido delimitados.
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El Ayuntamiento mandó cubrir de tinta gris la avenida 23 de mayo, donde hasta la pasada semana se encontraba el mayor mural a cielo abierto de América Latina, con casi cinco kilómetros y medio de extensión.
Los grafitis, justificó la Alcaldía, estaban mal conservados y ahora pretende designar áreas específicas para que los grafiteros puedan pintar y crear un museo exterior al estilo del Wynwood Arts District, en Miami.
Una de las obras eliminadas fue la del grafitero Binho Ribeiro, uno de los nombres más consagrados del arte callejero en Brasil y quien tiene obras expuestas en 40 países, entre ellos Estados Unidos.
[El grafitero Guilherme Andrade, más conocido como Humanus, pinta una pared en el centro de la ciudad. Foto: EFE]
La resistencia del arte
La decisión de Doria suscitó un movimiento de resistencia. Varios artistas salieron a la calle, estropajo en mano, para quitar la pintura grisácea que cubre sus intervenciones.
Guilherme Andrade, más conocido como Humanus, deshizo este miércoles el trabajo de la Alcaldía y dejó un mensaje a Joao Doria: "Señor alcalde, el grafiti no es el remedio contra la pixação.
"Doria está tratando a los pixadores como dependientes químicos que quiere rehabilitar, transformándolos en artistas. Eso es una ilusión. Es irreal. Pixaçao es una cosa y grafiti es otra, aunque parten de la misma cultura de calle. Uno es la evolución de otro, pero nadie es mejor que nadie", dijo Humanus en una entrevista.
En medio de la polémica ha surgido en internet una iniciativa que busca proteger los grafitis. Los ciudadanos deben hacer una foto de su obra favorita e incluirla en un mapa virtual que posteriormente será entregado al alcalde.
[En la práctica, las diferencias entre los pixadores, muralistas y grafiteros no han sido delimitadas. Foto: Flickr CHOQUE]
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