Cuatro músicos de la Camerata de Coahuila formaron el Ensamble Classic Art, para manifestar las composiciones románticas de Johannes Brahms y Felix Mendelssohn.
Piezas de brío y drama que se desenvolvieron ayer a las 20:00 horas en el Teatro Isauro Martínez (TIM) con Mariana Chabukiani al piano, Romana Rudoman en el violín, José Luis Herrera con el chelo y Salvador Llin al corno.
El espacio que tuvieron las notas para correr fue amplio, pues las butacas en su mayoría estaban desocupadas, situación que lamentó Chabukiani, ya que son piezas interpretadas sin regularidad.
[OBJECT]Además de que esta música "es una joya" a la que habría que sacar provecho para el enriquecimiento del espíritu.
No obstante, los músicos demostraron su talento de grueso mundial, el dominio del instrumento y el fervor de la interpretación bastaron para llenar el espacio restante en la sala, esto y los diversos matices sentimentales de las composiciones.
De Brahms fue el trío para violín, corno y piano en Mi bemol mayor Op. 40, una obra en 4 movimientos entrenada en 1865. Su leitmotiv es la muerte de su madre.
Los movimientos sirven de maquillaje a esta realidad que es la fatalidad del hombre; contempla la pena pero también la ilumina, la mastica y la digiere.
En cuanto a Mendelssohn lo interpretado fue el Trío No. 2 en Do menor Op. 66 para violín, piano y cello. El estreno fue en 1846 y el compositor la dedicó al violinista Louis Spohr.
La pieza, al igual que la de Brahms, se divide en 4 movimientos, siendo el primero pura fuerza y los consecuentes un manchón sombrío debido a la exploración de las tonalidades menores. Sin duda una melodía precipitada, lo mismo que una noche estremecedora.