Hace un año que el Gobierno del Estado y el municipio de Monterrey decidieron, en conjunto, estampar su firma en un proyecto que se denominó Nuevo Barrio Antiguo.
Han sido 12 meses de obras, retos y algunos avances donde en un reflejo del trabajo de las dependencias se podría ubicar al estado en la calle Padre Mier y al ayuntamiento en Morelos.
El panorama de Padre Mier está protagonizado por excavadoras, grúas y desviaciones de tráfico producto de las obras por la Línea 3 del Metro.
Mientras que en la calle Morelos el flujo de peatones se ha incrementado, un museo planea abrir sus puertas ahí, aunque también ha aumentado el tráfico vehicular.
A un año de la firma del convenio, estas son las dos caras del Barrio Antiguo.
“NO ES SÓLO ESTÉTICO”
El trabajo de rehabilitación para el Barrio Antiguo no es sólo la pintura de las fachadas. Así se expresa desde la Secretaría de Desarrollo Sustentable su titular Fernando Gutiérrez Moreno.
Decretado en 1993 como una zona protegida, en un polígono que comprende de norte a sur con Padre Mier a Constitución, y de oriente a poniente con Naranjo a Doctor Coss, el Barrio Antiguo es considerado por su historia como zona fundacional de Monterrey.
“En este año se ha avanzado muchísimo”, expresa Gutiérrez Moreno, pues desde un comienzo se planteó el proyecto para que no sólo fuera remodelar fachadas.
El planteamiento principal era revalorar la historia y la cultura del sector, además de darle un nuevo carácter con los servicios que ahí se prestarían. Su vocación, se dijo desde un principio, tendría que ser cultural.
Los trabajos intensos que realiza la dependencia estatal se enfocan a la Línea 3 del Metro, que hoy tiene prácticamente cerrada la calle Padre Mier.
Para el titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable, en la firma del convenio había dos puntos importantes que atender: realizar el catálogo de construcciones relevantes y cambiar el uso de densidades en los terrenos, que se propició con el Nuevo Plan de Desarrollo Urbano de Monterrey.
“El Metro es una parte importante para la regeneración al Barrio Antiguo, de alguna manera le dará mayor movilidad a la zona”, expuso.
Lo importante del proyecto, indica el funcionario, es considerar que el trabajo no es sólo de mejora de fachadas.
“Hace un año acordamos que la remodelación del Barrio Antiguo no era un proceso estético, sino que se buscaba revalorar lo nuestro y proponer un nuevo planteamiento sobre la zona para que tuviera diferentes áreas con vocaciones específicas”, expuso.
El catálogo arrojó que el Barrio cuenta con 169 propiedades que son protegidas, tanto por el INAH como por Bellas Artes.
APOYO CON ACTORES LOCALES
Una pareja de adultos mayores toma un descanso sobre las bancas que se han colocado en el cruce de Morelos y Diego de Montemayor.
Como no se había visto en los últimos años, cuando el Barrio Antiguo fue azotado por la violencia, un flujo constante de peatones va y viene por la calle, la mayoría adultos mayores preguntando por las oficinas del INAPAM, ubicada calles más abajo.
Ellos van caminando –o en silla de ruedas- sorteando obstáculos tanto en la calle como por la banqueta. Al menos las bancas y la malasombra que se ha instalado en Morelos hacen menos pesado su recorrido.
“El incremento del flujo peatonal es impresionante, hace dos años había cinco peatones que eran los colaboradores del Laboratorio de Convivencia. Hoy tenemos cinco pero por minuto”, comenta Gabriel Todd Alanís, director del Instituto Municipal de Planeación Urbana y Convivencia (Implanc) de Monterrey
La calle Morelos es única en su tipo para la metrópoli: cuenta con internet gratuito, instaló zonas de convivencia y próximamente instalará “parques de bolsillo”. Tras un año, se ha convertido en una arteria de “zona 30” con uso mixto entre el peatón y el auto.
Será la primera de otras que adopten este sello, como Guillermo Prieto y Padre Mier. El apoyo de con las asociaciones civiles como el Laboratorio de Convivencia y la Junta de Protección y Conservación, han sido de ayuda al Implanc.
“Hemos buscado tener mayor injerencia con la Junta de Conservación pero también debo destacar el apoyo del Laboratorio de Convivencia, una forma innovadora de aproximarse al espacio público”, refiere Todd.
Se espera que este año la calle Morelos sea un espacio renovado. En la primera etapa, se anunció una inversión de 40 millones de pesos.
“Hace un año había un negocio en la calle Morelos, hoy se tienen cinco sólo en una cuadra. Va ser una dinámica a largo plazo, año con año. Nuestra meta en este año es trabajar en esta calle, tener los parques de bolsillo, cambiar el sentido de la circulación y que tenga mayor afluencia peatonal”.