Al primer desfile del Día de Muertos —en el que se usaron botargas similares a las de la película del agente 007 que se rodó en la CdMx en 2015— asistieron 250 mil personas, por lo que parece que su continuidad está asegurada.
Organizado por los gobiernos capitalino y federal, la fiesta inició a las 15 horas, rebasando cualquier expectativa. Fue tal la convocatoria que la gente saltó las vallas para integrarse al contingente. Incluso, por momentos estuvo fuera de control, pero la policía controló la situación.
El desfile fue inaugurado por el jefe de Gobierno de la ciudad, Miguel Ángel Mancera, quien posó con una máscara de calavera, y estuvo acompañado por el secretario de Turismo federal, Enrique de la Madrid.
El mandatario local dijo que este encuentro significa un rescate de las tradiciones de México y sirve para que el mundo vea cómo se celebra la muerte en el país y cómo se le respeta al mismo tiempo.
El recorrido comenzó en el Ángel de la Independencia, avanzó por Paseo de la Reforma, avenida Juárez y terminó en el Zócalo capitalino, donde decenas de trajineras fueron habilitadas como ofrendas.
El desfile estuvo dividido en tres partes: Viaje al Mictlán, la Muerte Niña y Pali Panteón, que sintetizan la celebración de la fecha en México desde la época prehispánica hasta la actualidad.
En la caravana hubo danzantes tradicionales, marionetas gigantes, alebrijes, mojigangas, carros alegóricos y grupos musicales.
En los contingentes participaron 581 artistas y mil 20 voluntarios. Debido al desfile, el tránsito vehicular en el centro de la capital se suspendió más de dos horas.