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Peñalosa, no seas omiso

El Teatro Casa de la Paz debería haber estado habilitado, según los planes, en el 2014, pero hasta la fecha no se le ha tocado, insisto, ni un ladrillo.

En la conferencia de prensa de “presentación en sociedad”, el nuevo rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana, Eduardo Peñalosa, da por cerrado el tema de la opacidad de recursos para la rehabilitación del Teatro Casa de la Paz. Amén de los 5 millones de pesos perdidos en 2013 por delito de omisión, está la opacidad (y a ratos desaparición) de los 20 millones de pesos que en 2015 se le otorgaran para el mismo efecto, sin que se le moviera un solo ladrillo a ese recinto. Únicamente los escándalos mediáticos de los últimos meses movieron a Norberto Manjarrez y a Salvador Vega —entonces secretario general y rector, respectivamente—, para una licitación fast track (que habrá que mirar) para asignar la obra. Cuatro años de inmovilidad, de pérdida de recursos y de no rendición de cuentas. ¿Dónde estuvieron los 20 millones que entregó la Secretaría de Cultura de la CdMx durante los últimos dos años y meses?

Aunque el nuevo rector dé carpetazo, el asunto no está zanjado. El Teatro Casa de la Paz debería haber estado habilitado, según los planes, en el 2014, pero hasta la fecha no se le ha tocado, insisto, ni un ladrillo. La cadena de irregularidades es total. Esta semana se esperaban movimientos que dieran signos de que Peñalosa viene con aires de cambio. Sin embargo, mantiene al mismo equipo mafioso que elevó a Salvador Vega a la rectoría basado en calumnias contra Arturo Rojo y Javier Velázquez Moctezuma, candidatos evidentemente superiores.

¿Llegó Peñalosa con las mismas estrategias que Fernando Bazúa y Manjarrez idearon para defenestrar a los contrincantes de Vega hace cuatro años? Hay que recordar que Bazúa fue en la Universidad Autónoma de Nuevo León un denunciante del gobierno para encarcelar a dirigentes estudiantiles del 68, y artífice de falsificación de credenciales de elector, por lo cual huyó a Estados Unidos. ¿Y Peñalosa lo va a obviar?

En el rectorado de Vega, el presupuesto para cultura decreció en un 70 por ciento. Nunca estuvo en su esfera de interés reabrir el Teatro Casa de la Paz. Sí en cambio metió a trabajar a su yerno Axel Avilés y a su mujer Gisela Gutiérrez, mientras que Fernando Bazúa metió a su hija Valeria, y Federico Leyva a sus dos hijos. Y la danza del nepotismo implica a muchísimos más: montones millones de pesos con los que se podría haber construido todo un Centro Cultural con tres teatros y cuatro salas de cine en la ex tienda UAM en Calzada de las Brujas. Todos los contratos fueron firmados por Manjarrez. Pero no hay delitos qué perseguir, según el nuevo rector.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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