Cultura

La OFJ y el Joven Ballet de Jalisco visten al Degollado de Navidad

El Teatro lució lleno ante la presentación de El Cascanueces de Tchaikovsky

El viernes por la noche se realizó la segunda representación del clásico navideño de El Cascanueces de Tchaikovsky ante un teatro Degollado lleno bajo la interpretación del Joven Ballet de Jalisco y la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ), que estuvo dirigida por la batuta huésped de Iván López Reynoso.

Este ballet está basado en el cuento escrito en 1816 por Ernst Theodor Amadeus Hoffmann titulado El Cascanueces y el Rey de los ratones. La historia trata sobre el nuevo juguete de la joven Marie Stahlbaum, el Cascanueces, recibido la noche de Navidad que cobra vida y, después de derrotar al Rey Ratón tras una dura batalla, la lleva a un reino mágico poblado por muñecos.

Para esta ocasión la obra inició con los primeros acordes de la obertura y el telón cerrado sobre el que se proyectaba una imagen blanca de un árbol y un par de campanas. Después en el fondo, se podía contemplar una tela sobre la que se proyectaba un edificio petersburgués sobre el que caía lentamente la nieve y por el que pasaban los primeros bailarines, una serie de familias que se congregaban para celebrar la Navidad en la casa de los señores Stahlbaum.

Se levantó este segundo telón y podía apreciarse un salón palaciego enmarcado por dos filas de columnas, una par de candelabros de araña en la parte superior y en el fondo un árbol de Navidad con regalos donde se realizó la primera escena, en la que Drosselmeyer fue presentado como un mago, que entregaba a los niños juguetes a los que impregnaba vida. Con todo, la primera escena fue floja y el baile careció de garbo y de encanto.

En la segunda escena brilló el papel de los tramoyistas que en poco tiempo y sin que se perdiera la agilidad del baile y el hechizo de la música, con apenas unos segundos de cámaras de humo, inició el sueño de Clara, en el que se sustituyó el sofá de la sala y se acrecentó el tamaño del árbol, para dar paso a la guerra entre ratones y soldaditos de plomo que cobran vida. La escena concluyó con la magia de Drosselmeyer que convirtió al cascanueces en el príncipe y que condujo a la niña al reino de las hadas en medio de una nevada que cubrió no solo el sueño de Clara, sino también a los espectadores, que caía como pompas de jabón y que finalizó con el cierre del telón y una aplauso caluroso del público.

Para el segundo acto se abrió el telón con un paisaje blanco entre bastones de caramelo gigante, regalos, un árbol y unos soldaditos. Después vinieron las danzas española, árabe, rusa, china y francesa a través de las cuales se representa en la obra la vuelta al mundo que dan Clara y el príncipe. Al finalizar el público aplaudió y ovacionó a actores y músicos merecidamente.

Este domingo se repite la función a las 12:30 horas en el Teatro Degollado. La entrada va de 90 a 450 pesos.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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