Era un devorador intelectual omnívoro, pero lo esencial de su dieta se basaba en la poesía. Más que ningún otro de los poetas eminentes del siglo XX, Octavio Paz reflexionó sobre la poesía y El arco y la lira, Los hijos del limo y La otra voz constituyen un cuerpo extraordinariamente integrado de teoría, historia y crítica poética. Además de estas obras de reflexión sistemática, Paz escribió extensamente sobre poetas antiguos y contemporáneos y sus consideraciones sobre el tema conforman una de las porciones más voluminosas de su obra. De una palabra a otra: los pasos contados (Vaso Roto, 2016) es un testimonio singular dentro de su producción sobre poesía, pues republica un par de ensayos no recogidos en sus obras completas, en los que relata su biografía como lector de poemas. Aparecidas originalmente en la revista literaria catalana Camp de l´Arpa, y rescatadas y prologadas por Aurelio Major, estas evocaciones poéticas reviven, de manera más pormenorizada que cualquier otro texto, el itinerario de este excepcional lector. Paz comienza asimilando el amplio orbe de la poesía hispánica desde el Siglo de Oro hasta la Generación del 27, pasando por el modernismo, las vanguardias latinoamericanas y sus amigos y mentores del grupo Contemporáneos. Es hasta su salida de México, en los años cuarenta, cuando en su periplo en Estados Unidos, Paz comienza a leer, en su propia lengua, el catálogo esencial de la poesía en inglés, que tanta madurez y gravedad le brinda a su propia poesía. Luego viaja a Francia, donde establece una relación más cercana con la poesía europea: se aficiona a Nerval y Mallarmé, lee con pasión, pero con reservas críticas a Baudelaire y Rimbaud y, sobre todo, descubre el surrealismo. Gracias al surrealismo, Paz adquiere mayor flexibilidad y abundancia de recursos y logra conciliar una serie de disyuntivas que surcan su poesía. Finalmente, Paz narra su encuentro con la poesía de Oriente, la china, la japonesa y la india, así como su redescubrimiento de la poesía prehispánica, que enriquecerán su propia producción no solo con renovados códigos, sino con un nuevo matiz en su oído y su mirada. El rescate que emprende Vaso Roto posee un doble valor: por un lado, es un extraordinario resumen del pensamiento poético de Paz; por el otro, tiene un componente confesional que muestra una de las facetas íntimas de Paz: la del lector alejado de los reflectores, en estrecha comunión con sus vivos y difuntos.
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