Nicholas Trist fue un diplomático estadounidense enviado a México para negociar el Tratado de Guadalupe Hidalgo, con el que México perdió la mitad de su territorio el 2 de febrero de 1848.
El Tratado de Guadalupe Hidalgo significó desprenderse de 2 millones 300 mil kilómetros cuadrados de terreno, equivalente a la superficie de España, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Portugal, Suiza, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Hungría y Croacia juntas.
Sin embargo, México pudo perder más. En 1847, el presidente de Estados Unidos, James K. Polk envió a Nicholas Trist a la Ciudad de México para negociar un tratado de paz y ponerle fin a la guerra entre ambos países.
En el Valle de México, el general Winfield Scott y su ejército avanzaban con éxito y el Polk se sintió en posición de exigir más territorio: por lo menos una línea que corriera por el sur de Tamaulipas y Coahuila hasta Baja California.
Trist, el negociador del tratado, era un obstáculo para el presidente, quien lo destituyó de su cargo y le dio órdenes de regresar a Estados Unidos. Trist desobedeció, pues consideraba excesiva e injusta la ambición de James K. Polk.
Así, Trist negoció un tratado basado en el proyecto original mientras en Estados Unidos se hablaba de exigir la anexión de todo México. Trist fue duramente criticado por los expansionistas de su país al haber ignorado las instrucciones de Polk.
Pero que México no perdiera más allá de lo establecido originalmente no quitó el hecho de esta fuera una de las páginas más vergonzosas de la historia nacional.
Con la firma del tratado, los estados de California, Nuevo México, Arizona, Texas, Nevada, Utah, y parte de Colorado y Wyoming se cedieron a Estados Unidos. Como indemnización, México recibió 15 millones de dólares.
El Tratado de Guadalupe Hidalgo fue ratificado ese mismo año y el 30 de mayo de 1848 quedó establecida la paz entre México y Estados Unidos.
De acuerdo con el Museo de las Intervenciones, Trist se ganó la enemistad de su presidente y fue despedido por insubordinación. Años más tarde trabajó como jefe de correos, hasta su muerte en 1874 a los 73 años.
Para el historiador Miguel Soto Estrada, de la UNAM, el país se habría desintegrado y varios estados se habrían independizado de no haberse firmado el tratado.