La bibliografía de Judy Goldman se integra con más de 40 títulos para niños, publicados lo mismo en México o Colombia, que Brasil, Alemania o los Estados Unidos. Y, sin embargo, todavía aplica la vieja búsqueda de cualquier autor del género, quien sabe que para entretener a los demás, primero debe entretenerse a sí misma.
“Escribo porque me divierte mucho, pero en especial quiero que los niños se diviertan cuando lo leen: hay muchos libros que tienen un mensaje muy didáctico, lo que les llega a chocar a los lectores, sean niños o adultos”, explica la escritora mexicana, a propósito de la aparición de su más reciente libro, Quiero una mascota (Pearson Ediciones, 2016).
Bajo esas certezas, Judy Goldman escribió el libro para niños, que cuenta con ilustraciones de Enrique Torralba, en donde narra la historia de una pequeña que desea tener en casa a una mascota, pero de pronto descubre que no quiere sólo una, sino dos, tres, cuatro, cinco… y llega hasta el número 10, lo que transforma todo lo que vive en su casa.
“En los libros para niños lo que debes hacer es atraer la atención del pequeño lector inmediatamente, porque un niño no se va a tomar el tiempo de leer páginas de descripciones hasta que llega el meollo del asunto: si tú no atraes la atención del niño desde el principio, lo más seguro es que va a terminar por hacer a un lado el libro.”
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En Quiero una mascota, Judy Goldman aprovecha el poder de la escritura hasta para enseñar a contar a los pequeños, porque al final “los niños son los lectores más críticos que puedas tener”, asegura la escritora: como adultos puedes seguir leyendo más, pero un niño, no, se tiene poco tiempo para atraer su lectura y entre más pequeños y más cortos los cuentos, más difícil es escribirlos.
“Este libro, por ejemplo, es para que los niños aprendan a contar, pero en vez de poner el uno y a un lado una manzana, tiene un cuento, con lo que el acto se vuelve diferente. Todo depende de cómo lo trates tú”, en especial porque hay muchos temas que ya han sido abordados en la literatura infantil, lo más importante es saber cómo hacerlo de una manera novedosa.
Autora de títulos como Los huesos sagrados, El tesoro de Pipo o Vamos a comer flores, Judy Goldman ha logrado encontrar en los niños un sector dispuesto a escuchar historias que muestran la realidad, sin por ello dejar de buscar su imaginación, que al final es lo primero que se pone en marcha cuando se acercan a la literatura.
ASS