Louise Welsh (El Truco de la bala, Anagrama) empezó a escribir después de los 30 años y se volvió una de las divas de la novela británica policiaca. Su primera novela El cuarto oscuro fue multipremiada y ella apareció en la lista del diario The Guardian de mejores nuevos escritores. Desde entonces ha publicado cinco novelas más y aunque empieza a experimentar con otros géneros, no tiene ningún interés en hacer libros que intimiden al lector o que no se puedan leer en el metro.
Primero vendiste libros y luego escribiste libros.
Sí, después de la universidad me iba muy bien, no me volví millonaria, pero conocí gente muy interesante. Fue el principio de mi investigación para la primera novela, pero no lo sabía. Vendía historia, libros de anticuario, poesía, muchos libros de texto porque estábamos muy cerca de la universidad , mucha filosofía porque en Glasgow mucha gente está interesada en filosofía .
¿Cómo empezaste una novela sin saber que estabas haciendo una novela?
La librería de usado fue el escenario de mi primera novela. Es difícil recordar en qué momento empecé a escribir. Creo que fueron cuentos. Estudié una maestría en escritura creativa y cuando terminé empecé a escribir esta novela.
¿Un escritor se sienta frente a la computadora pensando voy a escribir un bestseller o se escribe el libro que uno quiere?
Tienes que escribir el libro que quieres escribir, y el que puedes. Yo nunca pensé que tendría tal éxito, pensé que desaparecería.
¿Qué está en tu mente para querer y poder escribir novela policiaca?
Me gustan las narrativas fuertes y creo que las novelas policiacas tienen eso y hay riesgo y emoción y retos. Creo que me gustan las búsquedas, a la gente le gusta eso. Mis libros exploran los fundamentales de la vida: transgresión, bondad, maldad. Es un género que observa muy bien lo que pasa en el mundo y con la sociedad.
¿Hay una historia o un tono subterráneo en tus historias, el sistema carcelario en una de ellas, por ejemplo?
Acabo de terminar tres novelas sobre una pandemia situada en la época actual. Creo que por explorar el mundo como es ahorita se vuelve un trasfondo como pasó con el sistema carcelario, cómo tratamos a nuestros prisioneros y lo que dice eso de nosotros. En la novela, la gente está muriendo por la pandemia y los prisioneros no son una prioridad.
¿Por qué nos gusta tanto la novela policiaca?
Nos permite ir a lugares que pueden ser muy incómodos de ir en la vida real. A veces es explorar temas y lugares que nos daría miedo enfrentar. Hay momentos en los que hace que la gente haga cosas que van contra sus valores, y creemos que nosotros podríamos ser o hacer eso.
¿Crees que la novela policiaca es poco estimada, considerada literatura de segundo rango?
No me siento ofendida, mucha gente lee esos libros y los disfruta. Como nunca pensé que mucha gente leyera mis libros, el solo hecho de que los lean me alaga. Y yo siempre quise escribir para la gente de la calle, cosas que tuvieran una buena historia. Hay algo político en mi escritura, no es un manifiesto, pero es el hecho de que escribo un género que llega a mucha gente, que la gente no se siente intimidada. Es algo que se puede leer en la playa o el camión, me gusta pensar que es parte de la vida diaria de la gente. No quiero escribir un libro que la gente se tenga que sentar derecha cuando lo lea.
¿Vas a escribir otra cosa que no sea policiaco?
Ya lo hice. Escribí algo donde nadie se muere. ¡Alguien tiene que vivir!