A punto de cumplir 70 años, con una vasta obra literaria y con la reputación de ser uno de los poetas más reconocidos de la actualidad en México, Antonio Deltoro (Ciudad de México, 1947) afirmó estar gratamente sorprendido por el reconocimiento que se le brindó anoche en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
“Yo creo que el reconocimiento siempre, y sobre todo en la poesía, es algo secreto. En general uno no conoce a sus lectores, y está bien que no los conozca. La fama me produce vértigo, y francamente nunca he pensado en mí como alguien destinado a la fama, sino que solo que alguien me lea me pone muy contento”, comentó el autor mexicano durante una conversación con la Coordinación Nacional de Literatura del INBA.
Destacó que “escribir poesía en esta época es un acto de resistencia, y en general en todas las épocas, porque creo que justamente el poeta y la poesía necesitan enfrentarse a este tiempo rápido y banal de consumo, en el que las cosas suceden y de pronto desaparecen.
“El poema tú lo llevas en la memoria y, en ese sentido, es justamente quizá con el que uno se defiende de la realidad que acosa”, consideró Antonio Deltoro, quien considera que a una época rápida corresponde una poesía lenta.
“Eso no quiere decir que, por ejemplo, a principios del siglo XX y a fines del XIX los poetas iban más rápido que la velocidad de la época, pero ahora ir más rápido que la velocidad de la época es ir hacia el abismo”, aseguró el poeta.
Y es que han sido muchos los creadores que admira los que han sido reconocidos anteriormente en este ciclo. “Nunca había pensado en esto. Me impresionó francamente y no sé a qué es debido. Seguramente a que ya voy a cumplir 70 años, y eso es una edad muy considerable. Es para mí un poco anonadante”, reconoció durante la charla el escritor, quien en 1996 obtuvo el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes por su libro Balanza de sombras.
Deltoro ha producido a lo largo de su trayectoria una poesía consciente del tiempo, y su libro de reciente aparición, Poesía reunida (1979-2014) (publicado por Visor y la Dirección General de Publicaciones), da cuenta de ello, pues los poemas que han sido recogidos en este volumen ofrecen parte de una vasta obra que durante 35 años el escritor ha trabajado en títulos como Algarabía inorgánica (1979), ¿Hacia dónde es aquí? (1984), Los días descalzos (1992), Balanza de sombras (1997), El quieto (2008) y Los árboles que poblarán el Ártico (2012).
En el homenaje, que se realizó en el marco del Día Mundial de la Poesía, participaron Juan Carlos Abril, Luigi Amara y Christian Peña.