Increíble, majestuosa y exactamente idéntica a la original, luce la copia mexicana de la Capilla Sixtina en la Plaza de la República, frente al Monumento a la Revolución. Es la primera que se erige con autorización del Vaticano.
El listón inaugural de esta réplica del recinto artístico más reconocido en el mundo —porque resguarda la máxima obra de Miguel Ángel— y uno de los símbolos religiosos más importantes —allí se registra el cónclave en el que se elige al papa— fue cortado por Rafael Tovar y de Teresa, secretario de Cultura federal; Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México; Christopher Pierre, el nuncio apostólico; Roberto Romano, secretario general de los Museos Vaticanos, y Marco Ramírez, director general del grupo financiero Banorte.
A pregunta de MILENIO, Tovar y de Teresa indicó que la Capilla Sixtina en México “es una copia milimétricamente exacta de la original; si alguien que viniera con los ojos cerrados, que no supiera que está en la Ciudad de México y los abriera, diría: ‘¡Estoy en Roma, en el Vaticano, viendo la Capilla Sixtina!’”.
El nuncio apostólico indicó durante la ceremonia de apertura que la Capilla Sixtina es una obra de arte y un lugar central para la Iglesia: “Muchos mexicanos, a través de esta visita, van a redescubrir sus raíces, y también les ayudará a profundizar en su fe y su cultura”.
Por su parte Romano destacó que cuando vio esta réplica sintió una increíble emoción: “Me he preguntado si cuando Miguel Ángel hizo la Capilla Sixtina podría imaginarse que 500 años después, en una maravillosa noche de junio, nos encontraríamos a 10 mil kilómetros del Vaticano para contemplar esa obra que él había hecho. No lo sabemos, probablemente sí”.
A su vez Mancera expresó que la réplica de la Capilla Sixtina, única en el mundo, podrá ser visitada de manera gratuita por alrededor de 500 personas cada 15 minutos.
La réplica de la Capilla Sixtina atenderá a partir de hoy y hasta el 30 de junio a los visitantes en un horario de 10:00 a 20:00 horas. Los boletos se pueden adquirir a través de la página de internet superpase.com, aunque también habrá cuatro módulos en la Plaza de la República para solicitarlos.
Alta ingeniería
Para lograr la copia exacta se trabajó durante 170 noches en la Capilla Sixtina, de las 20:00 a las 8:00 del día siguiente. Esto representó 2 mil horas de trabajo, tiempo en el cual se tomaron 2 millones 700 mil fotos con la finalidad de elaborar un gran rompecabezas y tener así un enorme negativo plano que se pudiera imprimir, con la finalidad de superar la curvatura de la cúpula.
La Capilla Sixtina que se ubica en el Vaticano dentro de la Basílica de San Pedro, fue construida en el verano de 1481, por órdenes del papa Sixto IV.
En la cúpula de este inmueble, considerado Patrimonio de la Humanidad, el artista florentino pintó durante su juventud El Génesis; en su vejez trazó en una de las paredes de este monumento El Juicio Final, el principio y fin de los tiempos.
Antonio Berumen, quien es el promotor y director de la Capilla Sixtina en México, explicó a Notivox que esta gran idea nació luego de que una señora mayor, que viajaba con un grupo de artesanos del Hidalgo para realizar recuerdos para el Vaticano, visitó esa joya artística, y a punto del llanto, se maravilló: dijo que nunca había salido de su comunidad y que jamás pensó que pisaría este emblemático recinto.
“Fue entonces que pensamos en la gente que nunca tendrá la oportunidad de viajar a Roma y estar en la Sixtina para vivir esa experiencia de estar ante la obra de arte más grande del mundo. Entonces, junto con Pablo Calles y mi hermano Gabriel, nos propusimos realizar una réplica, presentamos el proyecto y el Vaticano lo aprobó”.
Numeralia:
La reproducción de la Capilla Sixtina costó 45 mdp, entre los principales patrocinadores.
Durante los tres años de itinerancia por las principales ciudades del país será vista por 52 millones de personas.
Esta copia monumental tiene más de 20 m de alto y 70 m de largo.
Para montar esta réplica se requieren 25 días y para desmontarla otros 20.
Más de 3 mil metros cuadrados de impresiones en tela se requirieron para reproducir los frescos.