Cada 16 de julio, día en que se rinde culto a la Virgen del Carmen, el Convento del Santo Desierto del Carmen congrega a poco más de 15 mil personas, por lo que está convertido en uno de los más significativos de América Latina.
Ubicado a 12 kilómetros al sur de la ciudad de Tenancingo, Estado de México, el inmueble se dañó a causa del sismo del 19 de septiembre de 2017, pero especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizaron trabajos de recuperación que le han devuelto su esplendor.
Los daños —grietas en muros y bóveda, que ya fueron consolidadas— se registraron principalmente en el templo. Además se reintegraron los aplanados y la pintura a la cal, con lo que se le devolvió la imagen original al inmueble que data de finales del siglo XVIII y principios del XIX.
El arquitecto Juan César Becerril, del Centro INAH Estado de México, explicó que en la cúpula principal había grietas superficiales, por lo que se retiraron los aplanados para hacer una inyección en la hendidura y después reintegrarlos.

En partes de la gruesa muralla de mampostería también detectaron grietas superficiales que ya fueron atendidas.
“Este sitio es muy importante, tanto nivel estatal como regional. En sus fiestas patronales, que a veces se prolongan dos semanas, se dan cita miles de feligreses, hay mucho tránsito de creyentes, es un lugar de peregrinación visitado por miles de católicos de diversos puntos del país y del mundo”, afirmó Becerril.
El dato:Retiro y meditación
El Santo Desierto fue fundado por la Orden de los Carmelitas Descalzos, en busca de un lugar que les sirviera de retiro y meditación, alejado del ruido de la creciente ciudad novohispana de México.
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