Un grupo de investigadores de la Universidad de Helsinki, en Finlandia, descubró que las personas que duermen poco reportan un impacto negativo en los niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL, por su sigla en inglés), conocidas también como colesterol bueno.
En un comunicado divulgado por dicha universidad, los científicos explicaron que el colesterol HDL es responsable de eliminar las lipoproteínas de baja densidad (LDL, por su sigla en inglés), conocidas como colesterol malo, que casusa afectaciones a las arterias y las puede bloquear.
El colesterol LDL contribuye con la aterosclerosis, que es una acumulación de placa en las arterias que puede incrementar el riesgo de padecer un ataque cardiaco o apoplejía, por lo que es importante tener un sólido nivel del colesterol bueno con el propósito de proteger la salud cardiaca, explicaron.
Experimento
El equipo de investigadores llevó a cabo diferentes análisis experimentales y epidemiológicos.
Para el primer experimento inscribieron a 21 participantes que tuvieron que dormir durante cinco noches en un ambiente controlado por el laboratorio para monitorear sus niveles de colesterol y otros signos vitales.
La duración del sueño para 14 de esos voluntarios estaba restringida a únicamente cuatro horas por noche, mientras que los siete participantes restantes pudieron dormir lo que quisieran y regularmente registraron poco más de ocho horas diarias.
Los investigadores explicaron que se tomaron muestras de sangre de todas las personas durante el periodo del estudio, las cuales analizó el equipo para observar tanto los niveles de las lipoproteínas como la expresión genética.
En comparación con los participantes que durmieron lo suficiente, los investigadores hallaron que las personas que fueron privadas de la mitad del tiempo de sueño tuvieron una actividad reducida en los genes responsables de regular los niveles de colesterol.
La coautora del estudio, Vilma Aho, resaltó que el estudio experimental probó que únicamente una semana de sueño insuficiente comienza a cambiar la respuesta inmunológica y el metabolismo del cuerpo.
"Nuestro próximo objetivo es determinar qué tan pequeña puede ser la deficiencia de sueño para que siga provocando dichos cambios", reveló.
Análisis
Para el análisis epidemiológico, los investigadores evaluaron los datos de 2 mil 739 participantes de dos estudios poblacionales realizados en Finlandia.
El primer estudio fue el de problemas alimenticios, de estilo de vida y genéticas de obesidad y síndrome metabólico, llamado Dietary, Lifestyle and Genetic determinants of Obesity and Metabolic, nombre del que deriva el síndrome Dilgom.
La segunda investigación analizada fue una llamada Riesgo Cardiovascular en Jóvenes Fineses (Cardiovascular Risk in Young Finns Study).
En el estudio del síndrome Dilgom los participantes completaron cuestionarios en los que se les preguntó si dormían lo suficiente cada noche.
En el caso de la investigación realizada con jóvenes de ese país, los experos cuestionaron a los participantes para saber cuántas horas dormían cada noche y cuántas necesitaban realmente para sentirse bien descansados.
Al analizar las muestras de sangre de los participantes de ambos estudios, los investigadores corroboraron que las personas que no habían dormido lo suficiente tenían una expresión reducida de genes codificadores de lipoproteínas, en comparación con las personas que sí dormían lo suficiente.
Adicionalmente, notaron que las personas que no durmieron lo suficiente tuvieron bajos niveles de HDL en la circulación de la sangre.
El equipo científico mencionó que los hallazgos de ambos análisis sugieren que tan solo un periodo corto de privación del sueño puede tener un gran impacto en la salud, además de que la gente que no duerme lo suficiente puede correr un mayor riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.