En marzo de 2011 un terremoto y un tsunami azotaron la costa del Pacífico de Japón, específicamente la región de Tohoku. Entre los sitios más dañados se encuentra la ciudad pesquera de Otsuchi, de la cual casi 60 por ciento de su territorio quedó destruido cuando las olas hasta de 18 metros de alto alcanzaron la costa.
El fotógrafo argentino Alejandro Chaskielberg (1977) se enteró de lo acontecido gracias a un curador tokiota que tenía familiares allí. El creador se interesó en documentar la situación de Otsuchi, ya que anteriormente había hecho otros trabajos que abordaban la relación de algunas comunidades con el agua.
Así nació Otsuchi, future memories, proyecto que busca generar un diálogo entre fotografías familiares encontradas tras la catástrofe con retratos de sobrevivientes posando sobre las ruinas del que fuera su hogar. Es una reflexión sobre los archivos y la memoria, pues el tsunami también provocó que los sobrevivientes perdieran una parte de su identidad y recuerdos.
Para realizar el proyecto, que fue ganador del Concurso de Fotolibro Iberoamericano RM, Chaskielberg inició fotografiando a los parientes del curador y posteriormente oficiales gubernamentales y ONG lo ayudaron a hacer otros contactos.
Chaskielberg también dio clases de fotografía a personas afectadas por el desastre e incluso su trabajo ha sido visto como parte de la reconstrucción de la ciudad.
