Demián Flores posa para Notivox delante de su obra Homerum, con la manopla de Ramón “el Abulón Hernández”, la prestó especialmente para ello el director, quien a su vez la tomó del valioso acervo del Museo Diablos, pues asegura que para mucha de la afición de las décadas de los 60 y los 70, fue el mejor segunda base que ha tenido el equipo de los Diablos Rojos del México.
Cambió el bat por los pinceles, y el lienzo por el campo, Demián Flores (Juchitán, 1971) antes de ser artista, era beisbolista, de niño jugaba primera base y hasta fue seleccionado infantil. Se asume “diablo de toda la vida”, le va a los Dodgers en la liga nacional de las Grandes Ligas, y relata que era bueno jugando la primera base.
Su obra se presenta dentro de la Segundo Inning. La fiesta del beisbol, en museo del Estadio Alfredo Harp Helú, donde destaca una pared especial dedicada a los ecos de las visitas de las Grandes Ligas, representados por una revista y la pelota que refieren a la primera vez de una serie mundial fuera de Estado Unidos y Canadá, dichos objetos fueron facilitados por Los Padres de San Diego, pues el equipo demuestra que jugó contra los Mets de Nueva York, en agosto de 1996 en Monterrey, Nuevo León.
Demián Flores dice que el acercamiento con el Museo Diablos no es de ahora, existe testimonio de ello, una postal en la que el maestro Francisco Toledo, le escribió a la señora Isabel Grañén Porrúa: “Isabel ¿Conoces a Demián Flores? Es artista de Juchitán, creo que va bien. Si a Harp le interesan las imágenes para el libro que quiere hacer. Bueno pues están desempacándolas. Saludos Toledo”.
Es producto de una amistad de muchos años, que justo inicia cuando regresa de Francia con un conjunto de pinturas, que son las pinturas que ven el fondo de la sala y que son de beisbol, las realizó en el 2000.
“Llegué a Oaxaca y le mostré ese trabajo al maestro Toledo, y por la relación que tenía con Don Alfredo Harp, surgió este lazo”.
Inició con la creación de un museo debajo de las gradas del estadio de beisbol Eduardo Vasconcelos en Oaxaca en el 2002: “construimos el museo donde se albergó por primera vez muchas de estas piezas que están aquí, como las pinturas, y estos bates intervenidos, también hicimos una jornada del beisbol, a partir de la literatura, se publicó un libro con poesías y frases del Mago Septién, y hasta un ciclo de cine”.
Muchas de esas primeras pinturas se quedaron como parte de la colección de Harp, y después de muchos años se presentan otra vez, como la serie de bates, que fueron hechos para la academia de beisbol que está en Oaxaca.
Lo que verá la afición escarlata, es un recuento de unos 20 años en los que ha trabajado con el tema del beisbol, obras de hace 21 años y hasta las más recientes, destacando la pirámide de pelotas con los rostros de personajes de la historia, entre ellos los de los ex presidentes de México: Benito Juárez y Porfirio Díaz.
“El año pasado que acudí al taller de la familia Ochoa, en la colonia Guerrero que impulsa muchas cosas para la gente del barrio, coincidí con el maestro Eduardo Roca Salazar ‘Choco’, que es uno de los grandes artistas cubanos, y decidimos trabajar en conjunto el tema del beisbol, porque ambos somos amantes de este deporte, así presentamos la serie ‘No existen los quizás en el beisbol’”.
Reconoce que tuvo la fortuna de crecer cobijado por Francisco Toledo, por su generosidad y su humanismo, de poder disfrutar de todos los espacios que él creó y formarse dentro de ellos, desde la casa de cultura de Juchitán, fundada en 1971.
“Vio cómo iba crecía yo como artista, tuve con él una relación familiar, personal, teníamos afinidades en común: éramos juchitecos y afines a muchas cosas, como el beisbol. Compartíamos la idea de que el arte puede transformar sino a la sociedad, por lo menos al individuo”, evoca.
Como portaba la camisola que creó el Dr. Lakra para la temporada pasada del equipo Los Diablos Rojos del México, se le preguntó si hay proyectos para que él realice el diseño de una próxima temporada. Respondió: “no, hasta ahora, pero ojalá. La verdad, yo la porto porque además de que yo soy diablo de toda la vida, es mi equipo y además Lakra es mi amigo, y qué mejor que llevar su playera”.
Muro para las Grandes Ligas
Previo al recorrido por la exposición Segundo Inning. La fiesta del beisbol, Agustín Castillo director del Museo de los Diablos Rojos del México, explicó que en dicha sala se exhibió, durante un año, la obra del maestro Francisco Toledo y que ahora se inaugura esta esta segunda muestra.
Y con la finalidad de que los equipos invitados que recibieron la semana pasada de las Grandes Ligas, tuvieran presencia en esta segunda muestra temporal, Bryan Cervantes, coordinador de diseño del museo, colocó una pared especial para recordar la presencia de los equipos de Los Padres de San Diego y Los Gigantes de San Francisco. Se muestra además de la pelota y la revista, ya citadas, una foto monumental, así como una camisola con el número 23, idéntica a la que usaron Los Padres en el estadio Harp, firmada por los jugadores para el contador Alfredo Harp.
“Amador Montes nos recibe en la exposición con una ave, es el gran pitcher, pero Demián Flores es nuestro rock star, fue el primer artista que levantó la mano para estar en el museo después del maestro Francisco Toledo”, enfatizó Castillo.

jk