Guadalajara /
Ann Fine, autora de Madame Doubtfire que llegó al cine como Papá por siempre, y el ilustrador mexicano Mauricio Gómez Morín compartieron una mesa de diálogo acerca de los retos de la promoción de la lectura infantil y juvenil. Aunque en tiempos distintos, ambos artistas han sido nombrados embajadores de literatura para niños y jóvenes en sus respectivos países, de manera que compartieron sus experiencias en una amena charla.
Finne habló de las formas que hay para iniciar a los niños en la lectura y no son los que se utilizan con los adultos, lo cual es común pero destacó que es una confusión pues para algunos niños hacer garabatos y dejar fluir sus ideas, corregir y releer es ideal, para otros será mejor construir ideas y debatirlas hasta formar una historia.
Pero también compartió su risa, alegró en múltiples ocasiones a la audiencia con un agradable sentido del humor que se desencadenó de una conversación amistosa propiciada por Gómez. Juntos hablaron de que los museos pueden hacer una gran labor en la iniciación al arte, Fine recordó una colección que comenzaba con arte infantil libre y lúdico que desembocaba con piezas de arte antiguo, lo cual introduce a los más pequeños en distintas formas de creatividad.
Señaló que es necesario que haya más libros más económicos para que cada familia tenga acceso más fácil a las colecciones pues en su país hay familias que tienen tres libros, uno es el código para aprender a manejar y otro es el Corán o la Biblia. Pero también destacó que cuando un bebé nace recibe un juego de libros para iluminar. "A los seis u ocho meses, te das cuenta que los niñitos aman los libros. Aún así el reto de las maestras es superar la televisión. Hubo una maestra que a manera de experimento, metió unas botas en una pecera y los niños que lo notaron fueron los que no veían el televisor, que están acostumbrados a ver cosas que inentendibles sin cuestionar".
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