En una de sus más recientes muestras de solidaridad, el artista y activista chino, Ai Weiwei, posó tirado bocabajo a la orilla de una playa en Lesbos, Grecia. Retratada por el fotógrafo indio Rohit Chawla, la escena pretendía emular la imagen de Aylan Kurdi, el niño sirio que se ahogó en el mar Mediterráneo mientras intentaba llegar a Europa.
Definir a un artista como Ai Weiwei es complicado: hijo de un poeta, asumió la tarea de exceder al arte. Así lo ha hecho en cada una de las creaciones que le presenta al mundo. Su arte tiene la cualidad de representar con filo crítico las causas sociales y aun así conservar la contemporaneidad de su propuesta.
La crisis de los refugiados es el tema que ocupa el trabajo actual de Ai Weiwei. Durante la conferencia de prensa en que se presentó Chinese Whispers —una exposición que reúne el trabajo de 150 artistas chinos contemporáneos— Ai anunció que está realizando un documental sobre la crisis migratoria.
“Es un documental para el que hemos rodado unas 600 horas. Hemos realizado cientos de entrevistas a todo tipo de gente: políticos, refugiados, miembros de ONG, etc. Todas las personas que viven esta crisis”, explicó el artista.
A pesar de la gran cantidad de material que ha filmado, Ai aseguró que el rodaje aún no termina. Sin embargo, planea estrenar la película en 2017.