El poeta de La ciudad y los perros se perdería al caminar por la Lima de hoy: las calles bucólicas que recorrieron los personajes de Mario Vargas Llosa se van inundando de edificios altos y hoteles de lujo.
Parte de la infancia y adolescencia del Nobel transcurrió en Miraflores, un exclusivo distrito costero que desde 2011 inspira la "ruta Vargas Llosa".
El Literatour "se inicia en el parque Kennedy, donde los protagonistas del novelista, como Lucrecia y don Rigoberto, del Elogio de la madrastra, se encontraban para dirigirse a la Tiendecita Blanca", otrora café y hoy exclusivo restaurante, explica la guía Kristel Vera.
En el pasaje Champagnat, unos paneles describen la biografía del autor y muestran extractos del cuento "Día domingo" y "Los cachorros". Se sigue por las avenidas Pardo y Diagonal, por donde paseaba Alberto, el poeta de La ciudad y los perros.
También se visita la casa del diplomático e historiador Raúl Porras Barrenechea, donde Vargas Llosa trabajó fichando libros.
En medio de la nostalgia emerge la modernidad. Según el municipio de Miraflores, de 2011 a 2015 se emitieron 273 licencias de obras para edificios multifamiliares y 22 licencias para hoteles.
Si Vargas Llosa quisiera saborear un helado en el Crem Rica de sus recuerdos, en la avenida Larco, ya no lo encontrarían. Optarían por visitar a la competencia, D'Onofrio, pero deberán hacerlo pronto. Esta antigua casona pronto se convertirá en un centro comercial.
Al seguir por Larco y mirando al Pacífico, estaba el parque Salazar, lugar de jardines, esculturas, cuerpos de agua y aroma a mar , a donde iba el joven y enamorado Vargas Llosa de la mano de Julia Urquidi, su tía y primera esposa, que inspiró La tía Julia y el escribidor.
Ese rincón de nostalgia fue reemplazado por un moderno centro comercial, donde sobresalen dos enormes chimeneas. El lugar aún parece albergar un poco de magia entre sus casas, pero ya está rodeado por edificios altos.
