Septiembre es un mes de contrastes para Tampico: evoca desde la victoria frente a un invasor extranjero hasta el recuerdo de un trágico ciclón e inundación.
En la vida de la ciudad existe también un suceso que los historiadores consideran memorable: la visita del Buque Escuela Cuauhtémoc y las cuatro ocasiones en que cruzó bajo el puente que une a Tamaulipas con Veracruz. Una estampa inolvidable.

El majestuoso velero, llamado “embajador y caballero de los mares”, emblema de nuestra patria en el mundo, surcó las aguas de la ciudad hace poco más de dos décadas. Navegó con gallardía por el Golfo de México hasta llegar al río Pánuco y finalmente al sur de Tamaulipas.
Con una estela de historia y orgullo nacional, el 11 de septiembre de 2004 el navío de la Armada de México pasó por debajo del Puente Tampico. Nadie imaginaba entonces que, con el tiempo, una tragedia le arrebataría a dos cadetes en un accidente en Estados Unidos.
El 17 de mayo de este año, el barco colisionó con el Puente de Brooklyn mientras realizaba maniobras de zarpe para salir de Nueva York, lo que causó la muerte de dos jóvenes y dejó más de 20 heridos. De una alegre despedida en Manhattan, se pasó al dolor y a la incertidumbre esa noche de sábado.
El suceso que enlutó a las familias de los cadetes América Yamilet Sánchez y Adal Jair Marcos conmovió al mundo. Se desató entonces una controversia sobre el origen del accidente y las responsabilidades involucradas. Finalmente, el Cuauhtémoc fue llevado a astilleros en Nueva York y se reporta que las reparaciones mayores ya han finalizado.
Se tiene previsto que zarpe de la Gran Manzana y regrese al país a principios de octubre, pero las investigaciones continúan, ya que hasta ahora no se ha emitido un informe final sobre la causa del percance, lo que impide deslindar responsabilidades.
Mientras se consolida su “nueva travesía cargada de memoria, resiliencia y honor”, como recién citó el Consulado General de México en Nueva York, en Tampico se recuerda la visita del buque al puerto hace 21 años y se busca engalanar los festejos del bicentenario de la victoria sobre los españoles en 2029.

Pasó sin incidentes bajo el Puente Tampico
Flanqueado por dos remolcadores que lanzaban chorros de agua y acompañado por otras embarcaciones menores, el Cuauhtémoc fue recibido con aplausos en las escolleras de playa Miramar, donde numerosas familias se dieron cita desde las seis de la mañana para admirarlo.
A invitación del grupo Rescate Histórico de México, el barco se sumó al festejo del 172 aniversario de la Victoria de Tampico y fue el gran protagonista de un desfile náutico sobre el emblemático río Pánuco, que conecta al sur de Tamaulipas con el norte de Veracruz, llenando de sentimiento patriótico a todos los que pusieron sus ojos en él.
Desde ambas riberas, la gente se apostó, expectante, para observar el espectáculo. Los cruces de lanchas de pasajeros se suspendieron en esta zona limítrofe y los patios donde se construyen plataformas petroleras detuvieron sus labores, haciendo eco del inusual recorrido.
De acuerdo con testimonios, el buque pasó cuatro veces por debajo del Puente Tampico: después de su llegada, salió para realizar el desfile, regresó al mismo punto y posteriormente zarpó definitivamente, sin ningún contratiempo.
El entonces capitán del puerto de Tampico, Manuel Aceituno, fue quien realizó las gestiones ante la Secretaría de Marina, considerando la dimensión de la embarcación y la infraestructura para planificar las maniobras en el área urbana.
Las medidas a considerar del puente y el barco
Personal de la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) informó que la altura del Puente Tampico, desde el nivel del río, es de 50 metros, por lo que solo pueden ingresar embarcaciones de menor altura para garantizar la seguridad en la navegación.
Por su parte, el Cuauhtémoc cuenta con tres mástiles cuya parte superior puede alcanzar hasta 48.2 metros de altura, consignó MILENIO tras el accidente en Nueva York.
“Un momento que adquiere gran significado es cuando el buque pasa por debajo del Puente Tampico; la diferencia entre ambos es de aproximadamente dos metros, que a esas alturas es poco”, subraya David Granados Ramírez, presidente de Rescate Histórico de México.

Recuerda que el barco avanzó sobre la parte central del puente, que es su punto más alto, y pasó sin problemas. Antes de su llegada se analizaron factores como la marea y el dragado, que pueden elevar el nivel del río y con ello aumentar el riesgo de accidente al disminuir la distancia, condición que finalmente no se presentó.
“Las condiciones de marea ese día eran las adecuadas, no se presentó ningún incidente y fue un gran momento para todos los que presenciamos el espectáculo. Nosotros pudimos apreciarlo desde arriba del puente. Recuerdo que se debía tener la certeza de que no hubiera ningún tipo de riesgo, y así se hizo, con el profesionalismo del personal a bordo y de la Capitanía de Puerto”.
Desde las alturas se mantenía comunicación con el contramaestre, quien a su vez transmitía las instrucciones al mando del barco. Todo fluyó con normalidad, en medio de un ambiente patriótico, enmarcado por una enorme bandera de México que ondeaba en la popa de la nave y era mecida por el viento a su capricho.
Enseñan a cadetes la Terminal Marítima
“Nosotros ya habíamos visto antes al Cuauhtémoc en Acapulco. Sabíamos que había zarpado y que pasaría por el Canal de Panamá para llegar a Veracruz. Entonces, hicimos las cartas correspondientes a la Secretaría de Marina y muy generosamente contestaron que, si estaba dentro de las posibilidades del itinerario, lo harían llegar a Tampico”, detalla.
Y así fue. Aquel 11 de septiembre de 2004, el barco llegó por primera vez al entonces recién declarado “Heroico Puerto de Tampico” para celebrar que, desde este rincón del país, México derrotó al Ejército español que buscaba recuperar su dominio.
En una ocasión anterior, el Cuauhtémoc había estado en la zona, pero solo llegó hasta la Terminal Marítima de Ciudad Madero, Tamaulipas, cuyo Centro de Reparaciones Navales se encarga del mantenimiento y conservación de la flota de Pemex y embarcaciones privadas. En julio de 2023, fue declarado recinto de seguridad nacional y quedó bajo control administrativo de la Secretaría de Marina.

Granados recuerda la llegada y la partida del buque escuela a Tampico, con toda su tripulación a bordo y los estudiantes desplegados en los mástiles. La escena se completaba con la imponente bandera nacional y la música de mariachi resonando en el aire.
“Recuerdo muy bien que, cuando pasó por las escolleras de playa Miramar, sonó El 7 Mares. Fue un espectáculo grandioso que se recuerda con cariño. Atracó frente a la Aduana Marítima, engalanando la ceremonia del 172 aniversario de la Victoria de Tampico”.
Destaca que en el evento se disparó el cañón de Tampico y el buque hizo lo propio en honor a la Victoria de 1829. La celebración culminó con una cena a la que asistieron los mandos de la Primera Zona Naval, autoridades municipales e invitados especiales de la sociedad civil.
“A partir de ahí, el navío abrió sus puertas a la población durante varios días, y miles de personas lo visitaron. Fue un evento muy concurrido y su presencia aquí significó un gran honor y un valioso apoyo por parte de la Armada de México”.
Más que un barco, el Cuauhtémoc es una plataforma flotante de instrucción para los cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar, un espacio donde aprenden a dominar las artes de la navegación.

El historiador señala que, al enterarse por las noticias de lo ocurrido en Nueva York el 17 de mayo, la asociación civil se sumó a la consternación por la pérdida de los jóvenes cadetes, pero también por el dolor y el sentimiento patrio que una tragedia como esa despierta en los corazones de los mexicanos.
“Sabemos que el Cuauhtémoc es el embajador de los mares, un barco en el que los estudiantes de las academias náuticas de México realizan su último año, llevando a cabo un recorrido internacional y participando en las principales regatas del mundo, junto a otros barcos dedicados a la formación de los futuros marinos”.
Anhela que pronto pueda volver a navegar
Aunque a la ciudad han llegado otros barcos, al Cuauhtémoc se le recuerda con especial cariño, añade: “Nos llena de patriotismo y buscaremos que venga a los festejos del 200 aniversario de la Victoria de Tampico en 2029, lo solicitaremos con tiempo”.
El cronista adjunto de Tampico, Francisco Ramos Alcocer, recuerda como si hubiera sido ayer la visita del buque: “Estudiaba Comunicación en la UAT y me fui a las escolleras para verlo llegar; después subimos con emoción al barco cuando atracó frente al edificio de la Aduana”.

Cuenta que toda la gente buscaba fotos del barco desde Tampico, pero él prefirió tomarlas desde un lugar del norte de Veracruz conocido como “Las Piedras”, donde los españoles construyeron un fortín durante la batalla de 1829, un sitio emblemático en este capítulo de la historia que llenó de gloria al país.
A Tampico también han llegado otras embarcaciones importantes, como el Buque Escuela Simón Bolívar de Venezuela, el crucero The World y el Logos Hope, la librería flotante más grande del mundo.