En un acto celebrado en lo alto de la colonia Independencia, ayer se llevó a cabo la consagración del sexto pilote que sostendrá la monumental Cruz de la Misericordia, la cual será la más alta del mundo.
La ceremonia religiosa tuvo lugar en el marco de la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz y fue dedicada a San Rogelio, mártir cordobés reconocido por entregar su vida por la fe.

El evento fue encabezado por el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, quien realizó la bendición del pilote con agua bendita y sal exorcizada.
Posteriormente los trabajadores comenzaron con las labores de construcción, marcando así un nuevo avance en este ambicioso proyecto que combina arquitectura, fe y comunidad.
Arturo Sosa Noreña, gerente del proyecto por parte de la Arquidiócesis de Monterrey, compartió detalles técnicos de la obra: destacó que la cruz tendrá una altura de 170 metros y contará con brazos de 90 metros de punta a punta, siendo completamente visitable. En el área habrá además una capilla de adoración.
“Efectivamente va a ser la cruz más alta del mundo. Se van a utilizar más de mil 600 toneladas de acero de refuerzo y siete mil 500 metros cúbicos de concreto”, señaló el arquitecto.
Además de la capilla, el complejo incluirá un museo, talleres, centros de asistencia social y espacios comunitarios.
Por su parte, el párroco José Guerra Castañeda resaltó que la Cruz de la Misericordia ya ha comenzado a generar un impacto positivo en los vecinos de la colonia, ya que es un proyecto comunitario, social y espiritual.
mrg