Seguramente has estado en alguna gasolinera y has visto la señalización de Prohibido el uso de celular, pero te has preguntado ¿en realidad existe la posibilidad de que se origine un incendio? Sin duda es una de las interrogantes más perseguidas ante la latente posibilidad de riego.

Mito o realidad
Aurelio Cantú, Subdirector de Protección Civil del municipio de Ciudad Madero, menciona que no solo el celular está prohibido, también lo están otras cosas como el cigarro, pero él hace énfasis en la energía estática y con los gases que emanan a la hora de las cargas de combustible a la hora de tener contacto es ahí donde se origina un flamazo, por eso incluso señala que lo recomendable es utilizar prendas de algodón al vestir y no bajarse del vehículo, puesto que al igual genera energía.
El verdadero culpable en realidad no el celular en sí, sino de la energía electroestática. ¿Alguna vez te ha dado “toques” cuando te acercas a una persona u objeto? Esa leve descarga eléctrica se debe a que de alguna manera hemos sido cargados con radiación electromagnética.
Dejando claro ese punto, el dispositivo móvil no es el villano de este cuento, si no en la energía que emite cuando se recibe una llamada, pero también factores como la energía electroestática, como lo mencionaba Aurelio Cantú, con el tema de la ropa inadecuada que también puede generar este tipo de energía.
La interacción de la electricidad con los gases inflamables que se generan son realmente los factores de riesgo. De acuerdo con Daniel Torregrosa Licenciado en Ciencias Químicas (UM) y Experto Universitario en Toxicología (US), en su artículo menciona que “Un teléfono móvil emite una energía por debajo de 1 w/cm2, y es prácticamente imposible que pueda ser una fuente de ignición debido a su baja potencia y su bajo voltaje”.
Incluso, en el programa de Discovery Channel, los cazadores de mitos en uno de sus episodios tratando de desenmascarar esta incógnita, y es más peligroso el dispositivo como tal, sino su uso y las acciones que puedan llevarnos a cargarnos de energía electroestática la cual sí ha demostrado ser peligrosa.