Ante la aparición de plataformas digitales que brindan el servicio de comida a domicilio, la comodidad de comer en la casa o en la oficina se ha vuelto más popular en muchas ciudades, Monterrey entre ellas.
UberEats, Rappi, SinDelantal, entre otras han sumado a innumerables negocios y restaurantes que antes no ofrecían esa opción.
A la par de dicha prestación, cuyo costo varía dependiendo de la plataforma, la distancia o el pedido, los desechos que genera la comida “para llevar” también se incrementan, aunque no haya datos precisos al respecto.
Perla Martínez, fundadora de Tierra Prima –consultora en temas ecológicos y de reducción de desechos–, advierte que el estilo de vida en las grandes ciudades ha contribuido a la popularidad de estos servicios.
“El servicio a domicilio se ha incrementado bastante. Simplemente por el hecho de saber que entraron el juego del mercado empresas o servicios como UberEats o Rappi, se volvió mucho más fácil pedir servicio a domicilio en restaurantes que antes no tenían esa posibilidad.
“El estilo de vida nos demanda, tal vez, ahorrar tiempo en todos los aspectos posibles; incluso salir a comer a algún lugar quita tiempo, y a la vez es más cómodo comer rico en tu casa sin tener que cocinar”, considera.
Sin embargo, como especialista en medio ambiente, afirma que existen formas de reducir la cantidad de basura que se genera a través de esta modalidad e incluso es posible sustituir o prescindir de algunos materiales nocivos para el planeta y que se utilizan comúnmente para empaquetar la comida.
Reducir el envío de aderezos, cubiertos y otras amenidades (de materiales nocivos o envueltas en plástico) es una de las opciones que plantea.
“Hay un gran desperdicio de cosas como amenidades a la comida, en sí: condimentos, salsas, catsup, mayonesa, limón, cubiertos. Tal vez un solo sobre de cada cosa sería suficiente o incluso muchas cosas las tenemos en casa; quizás con una simple pregunta u opción dentro del sistema para ordenar, el cliente pueda decir si lo necesita o no”.
Además invitó a cuidar los materiales en los que se empaqueta la comida y optar por los que generen menor impacto ambiental.
“Tenemos en oferta una gran cantidad de productos que reemplazan a los típicos de plástico o unicel (popotes de semilla de aguacate, por ejemplo). Si bien es cierto que tienen un impacto menor, para que se biodegraden o composten, tienen que estar sujetos a condiciones controladas y específicas. Pecaríamos de ingenuos si pensamos que no tienen ningún impacto”.
La especialista agregó que es necesario promover el “bring your own...” vaso/recipiente.
“Qué mejor que dar un premio de parte del proveedor del servicio o producto al cliente por hacer un esfuerzo pequeño de llevar sus recipientes cuando va a hacer compras. Es otorgar un incentivo, que puede ir desde un 10 hasta un 20 por ciento de descuento; al final eso trae ahorros (para los negocios). Es preferible (prescindir del servicio a domicilio) ir, por ejemplo, a comprar tus tacos y llevar tu propio recipiente”, señaló.
En la lucha
Tierra Prima ha sido promotora de la campaña de Revolución Refill, una iniciativa para incentivar que los clientes lleven sus propios vasos o recipientes a establecimientos como cafeterías. Esta medida ha sido adoptada por negocios de varias ciudades en el norte del país y también por festivales turísticos y musicales.