El oncólogo Jorge Miguel Jiménez López nacido en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, llegó a la Comarca Lagunera hacedos años.
Tenía el conocimiento de los altos índices de cáncer en la región, hecho que afirmó hasta que empezó a ofrecer sus servicios en la Unidad Médica de Alta Especialidad 71, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Es egresado de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) y actualmente también está adscrito al Centro Oncológico del Hospital Ángeles Torreón.
Relata que su labor como oncólogo le deja momentos difíciles y desagradables, pero que también juega de su parte la serie de satisfacciones que llega a tener al tratar a sus pacientes.
"Me llamó mucho la atención la alta incidencia de cáncer en esta región, por lo que no dudé en elegir esta ciudad para prestar mis servicios al darme cuenta de la gravedad del asunto".
Su camino en el mundo de la oncología con sus pacientes, lo han formado como persona ante las experiencias que le dejan infinidad de enseñanzas de vida.
"Me he percatado que aquí existe gran cantidad de casos cancerígenos en niños y cada vez más jóvenes, en tipos de cáncer que comúnmente se presentan en edades avanzadas".
El esfuerzo y apoyo de sus padres por darle educación en la disciplina y especialidad que Jorge Miguel eligió, es de las cosas que más agradece, mismo agradecimiento satisfactorio que recibe de las personas que llega a atender.
Tratar con el paciente y con su familia es de las cosas que más se le dificultan, sin embargo, dice, trata de ser lo más correcto y directo posible al momento de tener que diagnosticar malas noticias.
¿Cómo ha cambiado su visión del oficio desde que era estudiante hasta la actualidad?
Creo que la misión de todo estudiante de medicina es ayudar a la gente, voltear a ver al prójimo y tratar de aliviar su dolor, mejorar sus enfermedades y al paso del tiempo esa visión cambia para bien, pues te das cuenta de todas las cosas que puedes hacer para seguir ayudando a quien lo requiera para que tenga una mejor calidad de vida.
¿Qué representa atender a personas con cáncer?
Compañeros me han comentado que por qué decidí inclinarme hacia una especialidad tan triste, pero no siempre es triste porque podemos ayudar a mucha gente, curarlos o ayudar a que tengan una vida digna el tiempo que resistan.
No todas las historias de cáncer son tristes, hay unas muy gratas que te conmueven y a la vez te ayudan a seguir creciendo como persona, no sólo como profesional de la salud, pues hay casos que impactan y que te llegan al alma. Todo eso nos sirve para aprender y hace que desee seguir ayudando a personas que lo necesitan.
¿Lo más duro que se le llega a presentar en su camino como oncólogo?
Lo más difícil para mí como oncólogo es dar las malas noticias, todas las personas que saben que tienen cáncer llegan contigo con la esperanza de que sean curados.
La peor noticia que le puede dar un oncólogo a sus pacientes es que la enfermedad no ha respondido al tratamiento, que el cáncer está progresando, que la enfermedad nos va ganando la batalla.
¿Cómo se debe tratar al paciente y a su familia al momento de explicar situaciones adversas del cáncer?
Tanto los pacientes como los familiares tienen derecho de saber la verdad tal y como es la situación. Hay que ser directos, fuertes, pero a la vez hay que ser humanos al momento de dar malas noticias, porque nunca es fácil dar una noticia de ese tipo.
Por ello, hay que buscar de qué manera podemos ayudar a esa persona sin dejarla sin ninguna esperanza pero tampoco darle esperanzas falsas. Siempre se puede hacer algo, tal vez no curar a todos, pero sí ayudar a aliviar sus síntomas o aliviar su dolor.
Así como hay momentos duros, hay momentos satisfactorios en la oncología, ¿cómo puede expresar esto?
Es un oficio que también te llena de satisfacciones como despedirte de un paciente luego de decirle que está dado de alta, que las probabilidades de que el cáncer regrese son mínimas, el decirle que ese dolor ya no estará más, que el tumor ya desapareció, es sumamente grato dar estas buenas noticias.
¿La edad del paciente determina la actitud de cómo afrontar la enfermedad?
Compañeros me han comentado que por qué decidí inclinarme hacia una especialidad tan triste, pero no siempre es triste porque podemos ayudar a mucha gente.
No, así como he visto casos de personas muy jóvenes que desde que les das la noticia se resisten a iniciar o continuar con los tratamientos, también hay personas mayores que expresan una actitud tan positiva que muestran sus ganas de vivir y seguir luchando. Es muy variable la reacción de las personas.
¿Cuál es la realidad en el tema del cáncer en la región Lagunera?
Llegué a una zona del país con altas cifras de personas con cáncer y me di cuenta que los casos que anteriormente eran raro encontrarlos, me di cuenta que son mucho más frecuentes en esta región.
Me he percatado que aquí existe gran cantidad de casos cancerígenos en niños y cada vez más jóvenes, en tipos de cáncer que comúnmente se presentan en edades avanzadas.
Tumores de mama, el cérvico uterino por lo regular se presentan en edades más altas, sin embargo en La Laguna detectamos casos de personas muy jóvenes, con toda la vida por delante. Son cosas que no llegas a comprender.
¿Cuenta con alguna experiencia que haya marcado su carrera?
Hace poco tuve un paciente que llegó con un tumor abdominal muy grande, ya no podía caminar, estaba en muy malas condiciones y con mucho dolor, pero él siempre llegaba siendo muy positivo, con la mentalidad de que algo se podía hacer por su enfermedad.
Esa mentalidad y energía que emanaba me contagió a mí y a mi equipo, lo que nos dejó gran satisfacción pues le dimos muy buena calidad de vida el tiempo que se pudo y hasta el final de sus días fue muy optimista, esa es una de la infinidad de cosas de las que aprendo y me han marcado en este oficio.
¿Cuáles son los retos a seguir para reducir los índices de esta enfermedad en La Laguna?
El reto más grande es seguir concienciando a las personas para la detección oportuna, ya que es cierto, no todos los tipos de cáncer se pueden prevenir, sí los podemos detectar a tiempo, lo cual puede cambiar la efectividad del tratamiento y del pronóstico.