También los cerdos tienen derecho a una vida digna y La Chata lo sabe, a pesar de ser una mascota diferente, o quizá por ello...
"Lo que buscamos es que haya una mejor inclusión, una mayor cultura sobre el respeto. No tiene nada de malo ser diferente, ser diferente te hace único, te hace auténtico y buscamos la forma a través de La Chata para tener un mundo mucho mejor", dijo Ángel Arredondo, dueño del animal.
La Chata es la primera embajadora animal en la campaña "Dale lata al cáncer" y tiene más de 72 mil seguidores en redes sociales, lo que técnicamente la convierte en un "influencer" de verdad.
La Chata es una cerda vietnamita de 63 kilos de peso y metro y medio de largo, fue un regalo de la novia de Ángel, quien se la llevó creyendo que era un mini pig.
Pronto aprendió a abrir la alacena y a seguir instrucciones simples como apúrate, camínale, no, sí...
La cerdita pronto adquirió fama y la capitalizó cuando la Fundación Chocho, que lucha contra el cáncer infantil, la nombró la primera embajadora que lucha contra el padecimiento.
Ahora su imagen es capitalizada en llaveros y playeras cuyas ganancias por las ventas se destinan a proyectos altruistas.
