Desde la entrada del Auditorio Municipal de Tampico, sede de vacunación anticovid-19 para menores de 12 a 17 años, un militar le dice a los padres que ingresen con una botella de agua, el señor no la lleva y tiene que ir a comprarla a la tienda.
No es suficiente la recomendación de las fuerzas federales, así que mediante un cartel pegado con cinta a un costado del acceso dice: “favor de traer a su hijo desayunado y con botella de agua", porque luego se desmayan.
Es mucha la insistencia, luego de la jornada de Altamira en donde los menores descompensados por día eran media docena.

En el primer día en Tampico, fue una de las constantes, refiere la autoridad de Protección Civil, porque el menor “llegan sin desayunar, desvelados y con miedo", por eso se comienzan a sentir mal, “a veces es algo psicológico", comenta Pedro Romero, de Protección Civil.
La jornada comenzó a las 8 de la mañana, las filas se hicieron y todo avanzó con tranquilidad, pero a las 10:36 de la mañana, ya no haya gente “hasta los enfermeros se pelean por los niños allá adentro", comentan.
Entre 2 mil y 2 mil 500 son los menores que esperan inmunizar en la jornada que este lunes dio inicio, pero van a tener que esperar hasta después de las 2 de la tarde, porque es cuando salen de la escuela.
SJHN