No es completamente cierto que todos los padres amen a sus hijos incondicionalmente. El vínculo de amor entre ellos y sus retoños es un proceso que inicia desde el momento en el que se enteran que el bebé viene en camino.
El apego entre padres e hijos no es algo que se da por magia, aunque así nos venden la idea en los cuentos y novelas. Muchas veces, este vínculo se forma durante los cuidados que se le dan al bebé: bañarlo, cambiarlo, alimentarlo, ponerlo a dormir.
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Algunas personas se sienten apegadas a su bebé mucho antes de que nazca y le esperan con ilusión, pero hay casos en los que toma más tiempo. Así que no te presiones si todavía no te sientes tan apegada a tu recién nacido, date tiempo.
Si quieres estrechar el vínculo con tu bebé, haz junto con tu pareja las siguientes actividades:
- Aliméntalo, no importa si es con leche materna o con fórmula.
- Cántale o léele en voz alta.
- Báñalo y abrázalo, deja que haya contacto piel con piel.
- Apóyalo en sus primeros esfuerzos de comunicarse imitando sus sonidos y movimientos.
- Deja que el bebé use sus manos para explorar tu cara y la de tu pareja
- Usa un canguro o un rebozo que te ayude a mantenerlo cerca mientras realizas otras actividades
Es muy probable que no te des cuenta en qué momento se esté estrechando el vínculo entre los dos, pero llegará el tiempo en que una sonrisa suya te derrita.
RL