A veces podemos correr el riesgo de atragantarnos con comida o bien, algún objeto que pueda llegar a nuestra boca, más común en el caso de los niños. El atragantamiento puede llegar a ser mortal, incluso causar asfixia, hasta la muerte. Es por eso que debemos estar siempre preparados en caso de que le ocurra a algún familiar, amigo o bien, a cualquier persona a nuestro alrededor. La maniobra Heimlich es un procedimiento utilizado para ayudar a una persona que se está asfixiando y que está consciente, pero es incapaz de hablar.
Esta técnica es utilizada para provocar una tos artificial en la persona en peligro, esto logra que expulse aire de los pulmones y la fuerza de la tos puede expulsar el objeto que obstruye sus vías respiratorias.
Signos que presenta una persona al asfixiarse:
- Emite un sonido silbante cuando trata de respirar
- Dificultad para hablar
- No puede toser fuertemente
- Se agarra la garganta
- Cara de color rojo brillante o azulado
¿Cómo realizar la maniobra de Heimlich?
Si la persona no puede respirar, toser ni hacer sonidos:
- Párate o colócate de rodillas detrás de la persona y rodéala con sus brazos alrededor de la cintura. Si la persona está de pie, coloca una de tus piernas entre las piernas de la persona para que las puedas sostener en caso de que ésta se desmaye.
- Haz un puño con una mano y colócalo con lado del pulgar contra el vientre de la persona, justo arriba del ombligo pero muy por debajo del esternón.
- Agarra tu puño con la otra mano, empieza a hacer compresiones rápidas hacia arriba en el abdomen. Esto podría provocar que el objeto salga expulsado. Es posible que necesites utilizar más fuerza para una persona más grande y menos para un niño o para un adulto de baja estatura.
- Repita la compresión hasta que salga el objeto o la persona se desmaye.