Durante los últimos años, el número de pacientes abandonados en hospitales ha incrementado entre uno y dos por ciento y generalmente son aquellos que se encuentran en etapas avanzadas de la enfermedad o bajo cuidados paliativos sin importar la edad, pues se dan casos de adultos mayores y niños.
Si bien no existen datos específicos que indiquen la realidad de cada centro médico, se estima que el índice oscila entre uno y tres por ciento de los pacientes al año, sobre todo en los que atraviesan por enfermedades crónico-degenerativas, algún tipo de cáncer y otros padecimientos.
De acuerdo con la especialista en Trabajo Social del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN), Claudia García Pastrana, éste es un tema complejo, ya que intervienen múltiples factores, entre ellos, los valores, los cuidados, el hartazgo y la economía familiar, que en suma se traducen en el abandono.
“Cuando se llega a las instituciones de salud no saben qué hacer con los pacientes, con sus familiares, se presenta en todas las edades, pero principalmente en menores de edad y en adultos mayores”.
Los factores que confluyen en que decidan abandonar a un paciente, afirmó, son varios y pueden ir desde una situación económica complicada hasta el miedo al cuidado, las pocas posibilidades de ofrecer atención médica o de enfermería en los hogares, carecer de las condiciones sociales, morales o no tener una red de apoyo.
Si bien estos casos requieren de un tratamiento especial, además del diseño de estrategias tanto del sector salud como de otros, existe un rango de edad que requiere de un análisis adicional, ya que se han detectado casos de personas menores de 50 años, quienes no pueden ser retomados por los DIF u otras instituciones.
“Tenemos un hueco, por ejemplo, las personas de entre 40 y 50 años que no están consideradas como adultos mayores, por lo que no hay instituciones para ellos, mientras que a partir de los 60 tenemos un problema de saturación porque cada vez hay más”.
La trabajadora social refirió que al igual que otros temas de salud la prevención es indispensable, pues no hay que esperar a estar enfermos o en esa situación para formar redes de apoyo y fortalecer las redes comunitarias y familiares, sobre todo aprender a cuidar, ya que todos en algún momento seremos susceptibles a necesitar de alguien.
Pese a lo que se pueda creer, las condiciones económicas no es el factor determinante que genera el abandono, sino problemas o fracturas familiares, el miedo al cuidado, así como la carencia de valores como la responsabilidad, el cuidado, agradecimiento, empatía, entre otros.
“Es más fácil que se dé por la ruptura familiar, no siempre es la condición económica, podemos estar en una condición de pobreza, pero si tengo apego, cariño, afecto, por la persona que está enferma la voy a cuidar en la situación en la que esté, pero cuando no hay un apego, cuando no hay una red es más fácil dejar y también hay gente que abandona porque ya no puede hacerlo, ya no puede cuidar”.
LC